Si, a partir de ahora, todo va como se ha comunicado, la Autovía de la Plata en su trazado extremeño estará concluida en abril del 2008, eso sí, doce meses después de lo marcado tras las últimas adjudicaciones de hace algo más de dos años.

Será una de las autovías más largas del mundo, no por su longitud sino por el tiempo transcurrido entre que se anunció y la conclusión de las obras. Nada menos que 25 años. La conversión en autovía de la N-630 figuraba en los planes de infraestructuras del primer Gobierno de Felipe González, allá por los ochenta.

Después, años y años donde todo lo que se sabía era que se estaban "haciendo los estudios". Tuvieron que pasar quince años para que se viese, en 1999, la primera máquina ejecutando obras de la A-66.

Hoy, con la inauguración de dos nuevos tramos, queda por cerrar la autovía al norte y al sur. Al norte, hay pendientes 40 kilómetros que incluyen la variante de Plasencia, el enlace de esta ciudad con Villar de Plasencia y el trazado desde este punto hasta Aldeanueva del Camino. No estarán operativos hasta dentro de dos años, lo que significa 40 meses de obra.

Al sur, quedan los 26 kilómetros entre Fuente de Cantos Sur y el límite con la provincia de Huelva, que está previsto abrir para las elecciones autonómicas y locales del próximo año.

Se acabará así una obra que dibuja un eje de más de 300 kilómetros y que costará casi mil millones de euros. Un eje que, sin embargo, no tiene continuidad, ya que las actuaciones en Castilla y León y Andalucía van con más retraso.