No importa el método o fuente, todos los estudios que se hacen sobre la sanidad extremeña coinciden: faltan médicos. El propio Sistema Extremeño de Salud (SES) así lo reconoce y cifra el déficit en 140 profesionales en los hospitales y 40 en Atención Primaria, mientras que las previsiones del Ministerio lo elevan a 300 en el 2025.

Pero esto no es el único que debe preocupar a la consejera, María Jesús Mejuto, que también tiene una responsabilidad a la que Vara dio "prioridad absoluta": la dependencia. En estos dos años, se ha creado un servicio especializado (el SEPAD), pero eso no ha impedido el baile de cifras de beneficiarios, ni que la mitad de ellos en la región aún no reciban las ayudas.