No hace falta escuchar un discurso para valorarlo. Es lo que se deduce de la primera intervención del líder del PP de Extremadura ayer en el Debate sobre Orientación Política General de la Junta, que inició con escasas referencias a las propuestas planteadas el día anterior por el presidente regional, Guillermo Fernández Vara.

Así lo demuestran la ausencia referencias a la reforma fiscal (aparte del rechazo a la subida de la gasolina) o sobre el recorte de las ayudas a la natalidad --fue Teresa Angulo quien explicó, antes de la votación de las propuestas, que son contrarios a su reducción "de 6.000 a 1.200 euros"--. También las pocas aportaciones a las propuestas de recorte del gasto, más allá del "ya se lo decíamos" y la petición de detallar la supresión del complemento de los altos cargos.

El líder de la oposición intentó llevar el debate a su terreno equiparando a Vara con José Luis Rodríguez Zapatero, buscando contagiarle de su caída de popularidad, como viene haciendo en los últimos tiempos. Además, reiteró las que vienen siendo sus propuestas estrella en los últimos meses --reducción de consejerías, recorte del gasto del 50% en altos cargos y propaganda...-- y pronunció su simple receta: "hacer lo contrario" que el Gobierno central.

Más reproches que debate

Para el homólogo de este en la región, la intervención de Monago demuestra su falta de proyecto --que el popular solo identificó después con "Extremadura y los intereses de los extremeños"-- y le acusó de vivir en el "bulevar de la demagogia". Vara se definió como leal a España, que no a Zapatero, y dio por hecho el apoyo de la oposición a las propuestas del día anterior (impulso a las empresas, fomento de la rehabilitación de viviendas, cambios fiscales...).

En cuanto a la disposición del PP para llegar a acuerdos, de la que presumió su presidente regional al inicio de su discurso --avanzando su disposición para "arrimar el hombro"--, el responsable de la Junta le recordó que de nada hubiera servido sin su previa propuesta, que representa a la mayoría. Aunque el espíritu de acuerdo fue el que primó en la votación de las propuestas, hubo muchos reproches mutuos en forma de referencias a la mala situación de la economía extremeña --por parte del PP--, que tuvieron por respuesta los peores datos de endeudamiento o paro de comunidades gobernadas por los populares.

Otro rifirrafe, en este caso dialéctico, fue la acusación mutua de "copia y pega"; Vara por las propuestas ya conocidas y de nuevo planteadas por Monago y este por la utilización de un anexo del Pacto Social y Político en el discurso del presidente. Pero las mayores pullas del popular fueron una vez más para la vicepresidenta, que respondió concentrándose en sus apuntes y solo se alteró cuando el líder de la oposición le acusó de usar su departamento para preguntar cuántos liberados hay en los ayuntamientos del PP.

Otros temas se echaron en falta, como el de infraestructuras, que sacó a colación el PP, o se abordaron por encima, caso de la agricultura. Sobre el primero, Vara respondió en forma de plazo del Plan de Infraestructuras: doce años en vez de siete. Tratando el segundo, al que el presidente de la Junta dedicó mucho tiempo el día anterior fijando la postura de Extremadura sobre la nueva Política Agraria Común (PAC) --que se aplicará a partir del 2013-- Monago le pidió dejar de soñar el futuro, porque, según aseguró, "los agricultores se preguntan cómo van a llegar" a ese año.

Finalmente, intervino el presidente del Grupo Socialista, Francisco Fuentes, que defendió las medidas de Vara por su proporcionalidad, contraponiéndolas a la postura del PP, que, a su juicio, se "frota las manos" por la crisis, con la esperanza de que le lleve al poder. El presidente extremeño agradeció sus palabras, cerrando un debate en el que justo eso --el debate-- se echó de menos.