Letizia Ortiz empezará hoy mismo a ejercer de princesa. En su condición de prometida de Felipe de Borbón, la hasta ahora presentadora de televisión pasará los próximos siete meses dedicada a conocer y darse a conocer. Antes de la boda, el Príncipe de Asturias y su futura esposa recorrerán algunas de las CCAA, empezando por Asturias, y mantendrán contactos con las altas instituciones españolas. Un plan que la pareja iniciará hoy y que le permitirá comprobar en primera persona la satisfacción que ha causado el anuncio del enlace entre la gente de la calle y en los medios de comunicación.

El plan está apenas concretado, pero decidido mucho antes de conocerse la identidad de la futura Princesa de Asturias. Fuera quien fuera la elegida por Felipe de Borbón, Zarzuela ya tenía programado que debía entrenarse en su papel de princesa acercándose a la sociedad civil y a los representantes políticos. La condición de española y periodista de Letizia Ortiz se tendrá en cuenta al elaborar su calendario de contactos.

CORTESIA INSTITUCIONAL

La futura Princesa de Asturias, cuyo papel marca la Constitución, alternará las visitas a las diferentes comunidades con sus contactos con las instituciones del Estado y los representantes políticos. Estas actividades tienen como objetivo cumplir con las normas de cortesía institucional.

Letizia también acompañará a su prometido en algunos actos que ya estaban programados en la agenda del Príncipe desde antes de conocerse su compromiso matrimonial. Hoy mismo puede producirse la primera aparición pública de la pareja tras el anuncio de su boda, ya que, en principio, está previsto que Letizia acompañe a la familia real, de la que ya casi forma parte, al concierto del músico Mistlav Rostropovich en el Teatro Real de Madrid en homenaje a los Reyes.

En todo caso, el jueves se producirá la petición de mano y la sesión fotográfica de los novios, acompañados por sus respectivas familias. El protocolo del acto será muy parecido al que marcó las peticiones de mano de las infantas Elena y Cristina. Aunque la tradición marca que este tipo de actos debe tener lugar en casa de la novia, será Letizia quien se desplazará hasta la residencia de su prometido. Habrá, además, el clásico intercambio de regalos.

EN PARADERO DESCONOCIDO

Ayer, la pareja más buscada del país permaneció todo el día en paradero desconocido. No hubo forma de saber si Felipe y Letizia participaron en la comida familiar que tuvo lugar en La Zarzuela con motivo del 65 cumpleaños de la reina Sofía. Como es norma en la Casa del Rey, este tipo de celebraciones se consideran estrictamente privadas y ni las especiales circunstancias del día consiguieron romper la norma.

Como señaló ayer EL PERIODICO, el sábado, día en el que se hizo público el compromiso, el Príncipe y su novia estuvieron juntos en la casa del heredero en el complejo de la Zarzuela, un palacete que será su domicilio. Letizia Ortiz dejó el apartamento en el que ha vivido el sábado por la mañana con una maleta. En algún momento del día, la periodista se reunió con su novio, que viajó a Madrid desde Barcelona, donde pasó el jueves y el viernes.

Un camión de mudanzas sacó ayer del domicilio de la presentadora algunos enseres. Aunque se desconoce en qué lugar vivirá Letizia hasta el día de su boda, parece evidente que su cuartel general será La Zarzuela. La protección que le permite la residencia real sería imposible de lograr en cualquier otro lugar, al menos en estos primeros días en los que la joven centra la atención de medio mundo.

Ayer, los directivos de los servicios informativos de TVE desconocían, o decían desconocer, si Letizia Ortiz seguiría trabajando como redactora, aunque daban por sentado que ya no volvería a presentar el Telediario 2 junto a Alfredo Urdaci, su jefe y protector en las últimas semanas.

Letizia Ortiz salió el viernes del edificio de Torrespaña, desde donde se emiten los telediarios, en un coche protegido por el servicio de seguridad de TVE. En su mesa de la redacción quedaron sus cosas. A algunos de sus compañeros les comentó que hoy, lunes, volvería al trabajo. Pero fue 20 horas antes de que su cara llenara las portadas de todos los periódicos y su imagen abriera los noticieros de la competencia.