Largo y costoso ha sido el camino que ha tenido que recorrer el AVE Madrid-Lisboa hasta el acuerdo definitivo anunciado ayer en Figueira da Foz (Portugal). Las conversaciones entre ambos países han pasado del fracaso de la cumbre celebrada en Valencia en octubre del 2002 al triunfo trece meses después. Desde entonces hasta ahora se han producido muchos acontecimientos a este respecto, que se resumen en los siguientes hechos:

FINALES DEL 2002

Los dirigentes de ambos países no debaten sobre el AVE internacional Madrid-Lisboa en la cumbre bilateral celebrada en octubre del 2002, y posponen la cuestión para otros encuentros. Comienzan las discrepancias, y el que fuera ministro portugués de Obras Públicas, Joao Cravinho, asegura a este periódico el 6 de noviembre que el AVE por Badajoz no es competitivo para Portugal. Sin embargo, dos días después, el presidente del Gobierno, José María Aznar, avala el paso de un tren de altas prestaciones por Cáceres y Badajoz, independientemente de la conexión internacional hasta tierras portuguesas.

PRIMEROS MESES DEL 2003

Tras estas divergencias iniciales, el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra aprovecha una visita oficial a Lisboa en en marzo de este año para reiterar al Gobierno portugués que respalde el paso del AVE por Badajoz. Sólo un mes después, el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, afirma en Badajoz que el tren de alta velocidad unirá Badajoz con Madrid en menos de dos horas, y que el número final de paradas dependerá de la demanda de viajeros. Pese a todo, Portugal insiste en junio en que el trazado Madrid-Lisboa debe ir por Cáceres. Todo esto hace que, a esas alturas, el corredor extremeño del AVE sea el más retrasado de la red nacional. Además, una encuesta publicada por este diario en agosto refleja que la mitad de los extremeños cree que no habrá tren de alta velocidad antes del 2020. La cuestión llega a la Unión Europea, que cree una prioridad el paso por Extremadura.

CAMINO DEL ENTENDIMIENTO

Todas estos dimes y diretes parecen llegar a su fin en septiembre, cuando el Gobierno luso se inclina porque el trazado se realice por Badajoz y se compromete a presentar una propuesta antes de la cumbre de Figueira da Foz. La postura de ambos gobiernos está tomada, pero ninguno la hace pública hasta la cumbre bilateral, que ratificó ayer que el AVE pasará por las principales ciudades extremeñas, y la puesta en marcha en el 2010.