Prácticamente todos los años, las organizaciones de consumidores alertan de los elevados precios que llegan a pagar las familias para la primera comunión de sus hijos. Hace unos días, tanto la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) como la Unión de Consumidores de España (UCE) denunciaron una "continua subida" que alcanzaría ya los 3.000 euros de presupuesto por familia.

Teniendo en cuenta estos datos, las comuniones mueven en Extremadura cerca de 56 millones de euros cada año durante unos pocos días. Pero no son datos muy novedosos: incluso en los últimos años de la peseta ya se hablaba de desembolsos de hasta medio millón por comunión, equivalente a esos 3.000 euros. Tampoco es otra novedad que todos los años los consejos procedentes de los párrocos y catequistas se centren en que prevalezca el aspecto religioso, sin que se incida en el lucimiento personal, algo que parece que no se cumple demasiado.

Las familias preparan esta cita como si de una pequeña boda se tratase. La mayor parte del presupuesto suele destinarse al banquete posterior en un restaurante y su precio depende de la cantidad de comensales que acudan. En varios restaurantes consultados por este diario ofrecen menús especiales para comuniones y los precios oscilan entre 40 y 70 euros por persona. A esto hay que añadir opciones como la barra libre, los licores, las decoraciones y, si la familia lo quiere, actuaciones musicales y de animación infantil.

Por otra parte, el vestido de las niñas se lleva una media de 300 euros, complementos aparte, y los niños pueden vestirse de marineros a partir de los 100 euros, un precio similar al de un traje de calle. La lista se completa con las fotos, vídeo y recordatorios.

Por todo ello, párrocos y catequistas insisten en resaltar los valores religiosos de la primera comunión por encima de la parte lúdica. "Insistimos en que los niños hagan la comunión por convicción y procuramos que la ceremonia tenga el tono adecuado. Luego, cada familia hace lo que le apetece. Las niñas, en su mayoría están muy ilusionadas, pero no tanto por la fiesta posterior, sino por todo lo que viven durante la ceremonia", aseguran.

La Iglesia empieza a apostar por nuevos métodos para que los pequeños no se alejen. Ahora, aseguran los catequistas, prepararse para la primera comunión es diferente. La Iglesia se adapta a los nuevos tiempos y en algunas parroquias utilizan el vídeo y el DVD para transmitir sus enseñanzas a los menores. Pero la idea central sigue siendo la misma: "Iniciar a los niños en la vida cristiana y crear un clima, un buen ambiente y unos valores cristianos", concluyen.