Jueces, fiscales, policías...

Todos valoran positiva la reforma penal en materia de tráfico, necesario el mayor castigo para ciertas infracciones, pero también reconocen que la falta de los medios que se requieren para perseguir los nuevos delitos contra la seguridad vial está suponiendo una traba importante para la aplicación en algunos municipios.

Es la valoración que hacen tanto el fiscal delegado de seguridad vial de Badajoz, Diego Yebra, como el teniente-fiscal de la Fiscalía Superior de Extremadura, Javier Montero. Ambos destacaron a EL PERIODICO la gran "concienciación y sensibilización" que están demostrando los agentes de la Guardia Civil y de las policías locales, pero también el "desaliento" que supone para estos últimos la poca voluntad de dotarles de los medios electrónicos necesarios que están demostrando sus ayuntamientos.

Para perseguir determinados delitos, como el exceso de velocidad o la conducción alcohólica, es imprescindible disponer de dos aparatos de medición: cinemómetros --los popularmente denominados radares-- y etilómetros, "y aunque en Extremadura la Guardia Civil está bien dotada de ellos, cuando hablamos de policía local hay que reconocer que la carencia es casi absoluta, y los ayuntamientos han de tener claro que sin esos aparatos es muy difícil perseguir ciertos delitos", señaló Montero.

"En la provincia de Badajoz solo se cuenta con etilómetro en la capital, y aunque la Guardia Civil colabora, los ayuntamientos tienen que ser conscientes de que para luchar en las ciudades contra el exceso de velocidad y el alcohol sus policías necesitan medios técnicos", añadió Yebra.