La fiscalía de la Audiencia Nacional abrió ayer unas diligencias informativas tras los atentados de Bruselas para buscar posibles vínculos entre los terroristas que atentaron en el corazón de Europa con yihadistas que están bajo sospecha en España. El ministerio público se centrará en analizar los contactos que hayan podido establecer a través de las redes sociales, que es uno de los medios que usan los yihadistas de captación y adoctrinamiento. Asimismo, estas pesquisas tienen por objeto facilitar la cooperación con Bélgica y canalizar la ayuda a los nueve españoles que resultaron heridos en los atentados, según informaron fuentes fiscales.

Esta actuación se une a la activación el martes del protocolo de colaboración del grupo de trabajo formado por las fiscalías antiterroristas de España, Francia, Bélgica y Marruecos. Estas fiscalías se transmiten en tiempo real las informaciones que van conociendo tras los atentados. Este grupo de trabajo comenzó a funcionar en el 2014, y el protocolo ya se activó tras los atentados de París del 13-N. Asimismo, el fiscal jefe, Javier Zaragoza, mantiene contactos desde el martes con el fiscal federal de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, para ponerse a su disposición en lo que estime necesario. El Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y los tribunales superiores de justicia guardaron ayer un minuto de silencio en solidaridad con las víctimas y sus familiares.

Mientras, en Francia, el primer ministro, Manuel Valls, reiteró ayer la propuesta de su país de reforzar con urgencia el control de las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) y adoptar un fichero de pasajeros aéreos (PNR). Horas antes de viajar a Bruselas para expresar su "solidaridad total", Valls subrayó la necesidad de reforzar aún más las condenas a los terroristas, en una entrevista con la emisora Europe 1. Recordó también que "no hay riesgo cero frente a individuos determinados a morir ellos mismos matando", pero aseguró que su Gobierno pone "todos los medios para garantizar la seguridad" de los franceses, tanto de manera ostensible como con discreción.

El jefe del Ejecutivo francés confirmó asimismo que la "guerra" declarada por los extremistas no impedirá organizar grandes actos culturales y deportivos, como la Eurocopa de fútbol, prevista en Francia para este año.