Ayer se puso en marcha el contingente naval español para la guerra de Irak. A media tarde abandonó el muelle 1 de la base naval de Rota el petrolero de aprovisionamiento logístico Marqués de la Ensenada. Llevaba la tripulación al competo (103 militares) y los tanques a rebosar (10.000 toneladas de combustible). No hubo medios de comunicación ni despedida oficial.

Tras el petrolero, que navega a 16 nudos por hora (28,8 kilómetros), zarpan hoy el buque de asalto anfibio Galicia y la fragata Reina Sofía, según confirmaron fuentes militares. Como en el caso anterior, tampoco habrá despedida oficial ni se permitirá el acceso a los medios de comunicación.

La jornada de ayer estuvo dedicada al acopio de víveres, pertrechos y municiones. Del mando de ingenieros en Salamanca llegaron los 55 soldados y expertos en desminado que con otros 65 expertos en reconocimiento y descontaminación nuclear, química y bacteriológica procedentes del cuartel de Bétera (Valencia), quedarán a disposición del mando de la coalición atacante para realizar trabajos en la retaguardia.

También embarcaron sus pertrechos y vehículos la unidad médica mixta compuesta por 70 médicos, veterinarios y personal de enfermería. Otros 75 militares se encargarán del trabajo ligero y las transmisiones.

Estos efectivos ya han sido bautizados como la Unidad Mixta de Cooperación y Asistencia Sanitaria. Su misión será actuar en la retaguardia para evacuar heridos hacia el buque Galicia. El barco va equipado con 2 quirófanos, una unidad de vigilancia intensiva para 8 personas, 16 camas para heridos graves y 150 para leves. Ya fue enviado en misión humanitaria en diciembre de 1998 a Centroamérica para paliar los efectos del huracán Mitch. Entonces realizó 4.848 asistencias en 21 días.

El buque, con una dotación de 200 militares y una protección de 120 infantes de marina procedentes del cuartel de San Fernando (Cádiz) que embarcarán a primera hora de la mañana de hoy.