El Ministerio de Fomento se decanta, finalmente, por el trazado norte --que cruza la comarca de La Siberia-- para la autovía que debe unir Badajoz con Valencia o, lo que es lo mismo, Mérida con Atalaya de Cañavate (Ciudad Real). Así parece desprenderse de lo dicho ayer por la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, en el transcurso de la inauguración del tramo que une la presa de García Sola con el Puerto de los Carneros, en la carretera N-430, y que da, por fin, continuidad a una vía de comunicaciones que quedaba interrumpida en este punto.

Según explicó Alvarez, el trazado se ha realizado "con características geométricas compatibles con una primera calzada de autovía, la futura A-43, que unirá las comunidades autónomas de Extremadura y Valencia". La ministra añadió que "este tramo ha sido diseñado para servir de calzada como tramo de una autovía, se va a desdoblar, y eso podría seguir con el diseño que se ha hecho. La idea del diseño es precisamente la autovía de Extremadura-Levante".

A 225 KILÓMETROS En el mismo sentido, fuentes de Fomento apuntaron que este departamento prefería el trazado norte, que es el que recorre la actual N-430, y va directamente a Ciudad Real.

También a favor de esta opción está el hecho de que el ministerio recoja en sus presupuestos del 2005 para Castilla-La Mancha una partida de 77.000 euros para el Estudio Informativo de la autovía Atalaya-Ciudad Real-Mérida, tramo Mérida-Ciudad Real.

Aunque en esta partida, de carácter plurianual, y que contempla una inversión total de cinco millones de euros hasta el 2008, no se especifica cuál sería el trazado, sí se indica que el trayecto tiene una longitud de 225 kilómetros. Esta distancia se ajustaría con mucha mayor aproximación a la distancia entre la capital extremeña y Ciudad Real siguiendo la N-430, pero queda muy lejos de un posible trazado que baje hasta Zarza Capilla para enfilar Almadén y Puertollano, para subir luego hasta Ciudad Real. En este caso, la distancia a cubrir se aproxima a los 300 kilómetros.

CONTRADICCIÓN CON EL PEIT Sin embargo, la opción norte, que fue también la que diseñó en su día el anterior responsable de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, entra en contradicción con lo marcado por el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT).

Así, este documento traza con claridad que la autovía Extremadura-Levante se desviaría a la altura de Torrefresneda en dirección sur, hasta llegar a la zona comprendida entre Zarza Capilla y Peñalsordo. De ahí, seguiría su camino para enlazar con Almadén y Puertollano, y subiría a Ciudad Real por la autovía ahora en proyecto.

Mientras, este plan, cuyo horizonte de ejecución está en el año 2020, fija con claridad que el trazado entre Torrefresneda y Ciudad Real a través de la actual N-430 se sometería a un proceso de "adecuación de condiciones de calidad y seguridad" pero, en ningún caso, sería autovía.

Con todo, desde el Ministerio de Fomento se insiste en que no existe contradicción alguna, alegando que el PEIT es sólo una propuesta básica, y que los trazados dependerán de los futuros estudios de impacto ambiental.

Ante este anuncio, el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, indicó que la Administración regional acometerá una autovía regional entre La Siberia y el sureste de la provincia de Badajoz. "Parece que la ministra ha dicho que va a hacer la N-430 autovía, y por tanto no hay duda de por dónde pasa", por lo que Ibarra apostó por "trazar desde esa zona otra autovía para que haya comunicaciones y el que quiera salir para Valencia pueda hacerlo a través de una autovía desde la zona sur". Es decir, se construiría un enlace de este tipo desde Cabeza del Buey hasta la futura A-43.

DESPROPÓSITO HISTÓRICO Por lo que se refiere al tramo inaugurado ayer, de 25,4 kilómetros, y que ha costado casi 48 millones de euros, Alvarez indicó que se resuelve así "un despropósito histórico", que cortaba el enlace extremeño con Levante.

La ministra explicó que cuando se incorporó el actual Gobierno, esta obra estaba al 65%, y en menos de un año se ha ejecutado el 35%. Se ha tardado 37 meses en concluir la obra. Según Alvarez, "cuando llegamos nos encontramos con un aplazamiento pedido por la constructora para modificar la obra, y se ha puesto en servicio cuando los técnicos nos han dicho que teníamos que hacerlo".

El trazado abierto ayer, cuya parte más singular es un viaducto de 561 metros sobre el Guadiana, soportará una intensidad media diaria de circulación de 1.100 vehículos, con un 21% de tráfico pesado. El tramo permite ahorrar 40 minutos de viaje.

En su intervención, Rodríguez Ibarra reconoció que la obra fue iniciada en marzo del 2002 por el ministro Alvarez Cascos, aunque agregó que "las obras de infraestructura tienen la ventaja de que las hace, no un solo Gobierno, sino que pasan de uno a otro, por su complejidad y coste, y ahora la ha terminado la ministra Magdalena Alvarez".