Manuel Fraga reconoce que la decisión de enviar el Prestige a alta mar resultó nefasta y que los medios con que cuenta Galicia para afrontar catástrofes como ésta son insuficientes.

En una entrevista publicada ayer por La Voz de Galicia , Fraga evita contestar numerosas cuestiones, pero sí admite algunos errores, como el de alejar el petrolero del punto en que zozobró, a 131 millas de la costa gallega: "Se tomó la decisión menos mala, aunque la menos mala fue más mala de lo que estaba previsto", afirma.

LA CULPA, DEL CAPITAN

No obstante, el presidente gallego se queja de que "es muy fácil criticar, gritar y excitar a la gente" sobre este punto, "pero proponer alternativas es lo que no se ha hecho". En su opinión, además, esa decisión "hubiera funcionado mucho mejor" de haber contado con la colaboración del capitán del Prestige . Fraga también reconoce que será necesario mejorar los medios. "España deberá hacerse con un remolcador muy potente", afirma, así como con un barco anticontaminación.

En la entrevista, Fraga se niega a asumir que en esta crisis haya habido descoordinación con el Gobierno central y oscurantismo. Sobre su jornada de caza el fin de semana posterior al accidente, insiste en que sólo pasó "24 horas fuera de Galicia". "Desde que empezó esta crisis --afirma-- lo que pienso es si no tendré que salir del despacho para acudir a un sanatorio, porque estamos trabajando el doble".