--¿Cree que con el traspaso de los psiquiátricos a la Junta mejorará la atención a los enfermos, como dicen la consejera y las diputaciones?

--Lo que se va a hacer es aplicar el plan de salud mental, que prevé la transformación de los hospitales psiquiátricos.

--Ese nuevo plan de salud contempla la erradicación de esos centros de Mérida y Plasencia, qué opinión le merece.

--Hay que transformar los hospitales psiquiátricos en estructuras más operativas y menos estigmatizadoras para los pacientes. Los psiquiátricos son estructuras asistenciales antiguas que cumplen hoy por hoy una serie de funciones, y transformarlos no significa echar a los pacientes a la calle y convertirlos en mendigo, porque esas personas necesitan una asistencia. Lo que ocurre es que en la mayoría de los casos el hospital psiquiátrico no es el lugar más apropiado para atenderlos y se trata de transformarlos en estructuras más adaptadas a las necesidades de la población. No hay que cerrarlos, sino que hay que crear estructuras que hagan innecesarios los hospitales psiquiátricos tal como están concebidos, para que se proporcione una asistencia más humanizada y más adaptada a las necesidades de las personas ingresadas allí.

--¿Hacia donde deben encaminarse las medidas para intentar mejorar la atención a los enfermos y familiares?

--El problema es que los pacientes que están en los hospitales psiquiátricos, en muchos casos, llevan mucho tiempo y tienen patologías que no son las más apropiadas para atenderlas en un psiquiátrico, pero que están allí porque faltan otras estructuras. Ha habido un proceso de selección de pacientes, pero lo que hay que determinar y clasificar los tipos de pacientes que hay en estos hospitales, y darles un tratamiento lo más adecuado posible a cada uno.

--La Junta anuncia la apertura de varias unidades de salud mental, pero ¿la atención mental es la hermana pobre de la sanidad en la región?

--No creo que sea la hermana pobre. Pienso que desde las transferencias sanitarias, la atención a la salud mental ha sido una apuesta clara de la Consejería de Sanidad. Eso no quiere decir que estén cubiertas las necesidades, que no lo están, y por eso están los planes de salud mental.