La lucha de los cuerpos de seguridad del Estado contra el tráfico de droga parece estar dando sus frutos este año en la región. En solo cinco meses los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional han llevado a cabo una docena de actuaciones en las que se ha detenido a más de 30 personas.

Narcopisos, narcobares, distribuidores, transformadores, correos... no ha faltado de nada en las actuaciones desarrolladas desde enero por los agentes, en las que se ha intervenido principalmente cocaína y heroína. El mapa de las intervenciones policiales recoge las ciudades de Mérida (por tres veces), Cáceres, Badajoz, Almendralejo y Plasencia, además de varios municipios pequeños. En cuanto al mes más fructífero en la lucha contra la droga fue marzo, con cinco actuaciones y 12 detenidos, seguido de enero, con cuatro actuaciones y diez detenciones.

La organización desarticulada por los miembros de la Guardia Civil de Badajoz no ha sido la única de este año. Efectivos de la Benemérita lograron desmontar una red de distribución de drogas --a menor escala que la pacense-- que operaba en el norte de la provincia de Cáceres. La actuación se saldó con seis personas detenidas y la intervención de sustancias como pastillas de éxtasis, cocaína y hachís, además de vehículos, joyas y diverso material.

En este caso los detenidos, jóvenes de entre 20 y 34 años, eran marroquís y extremeños (Valdastillas, Zarza de Granadilla y Navaconcejo).

La Operación Suricato sirvió para acabar con una red debidamente estructurada para el suministro, distribución y venta a pequeña escala en las localidades del norte de Cáceres.

Control sobre los correos

Por otra parte, la Policía Nacional ha realizado también un mayor control sobre los correos del narcotráfico en la región. Entre las actuaciones de este tipo destaca la realizada en enero, cuando los agentes de Cáceres detuvieron en Mérida a dos mujeres jóvenes --21 y 26 años-- de nacionalidad paraguaya con 31 kilos de cocaína, el mayor alijo de esta sustancia intervenida en la provincia de Cáceres.

Las detenidas actuaban como correos de una importante organización dedicada al narcotráfico y que los agentes suponían que operaba desde la comarca cacereña del Campo Arañuelo .

La operación, bautizada con el nombre Iguazú , fue el fruto de las investigaciones realizadas por el grupo uno de la Brigada Judicial. En el curso de dicha investigación, los agentes pudieron confirmar que iba a efectuarse un importante envío de cocaína en un vuelo procedente de Santiago de Chile y se comprobó que dos personas que viajaba en dicho vuelo tenían billetes para ir en avión desde Madrid a Badajoz. Se trataba de estas dos mujeres que, al llegar a Badajoz, utilizaron un coche para desplazarse por la región, siendo finalmente interceptadas en Mérida.

La cocaína intervenida podría haber alcanzado en el mercado un valor superior a los 3,2 millones de euros (más de 543 millones de pesetas). De los 31 kilos de sustancia decomisada, que estaba oculta en dos maletas y camuflada en envoltorios plásticos como artículos de filmografía, se calculó que podrían salir 215.523 dosis.

Según fuentes policiales, el precio de una dosis en la calle ronda los 15 euros. Lo habitual es que las sustancias intervenidas directamente del país de origen tengan una pureza del 70%, sin embargo cuando llega al consumidor esa pureza se rebaja hasta el 40% aproximadamente. Los narcotraficantes la adulteran mezclándola con otras sustancias para obtener mayor beneficio.