Uno de los colectivos más perjudicados por la subida es el de los funcionarios que tienen que desplazarse a diario para trabajar en las instituciones u oficinas de la zona centro en la capital emeritense. Antes a un precio razonable podían dejar sus vehículos en Atarazanas o Politécnica toda la jornada laboral.

Ahora esta opción supondría un gasto mensual de 187 euros. Por ello, muchos han abandonado y buscan plaza en la calle, lo que dificulta aún más estacionar en el centro. Aunque se ven menos colas en dichos parkings (casi no existen), los empleados de los mismos indican que se cubren igualmente las plazas "pero la gente está menos tiempo". Es decir, en vez de un ocupante, la misma plaza tiene cinco o seis en una mañana, y la empresa triplica los ingresos.