El sector español de las cajas de ahorros se encuentra en pleno baile de fusiones. Más de una veintena de ellas --la mitad del total-- está inmersa actualmente en procesos de este tipo, que en algunos casos han entrado ya en sus últimas fases. Ajenas de momento a esta vorágine, las dos cajas extremeñas no parecen demasiado interesadas en acelerar el compás de su unión. Los presidentes de Caja Extremadura y Caja Badajoz, Víctor Bravo y Francisco García Peña, respectivamente, se han mostrado favorables a ella, pero aún no se conoce nada sobre plazos ni sobre cuál será el grado de integración que alcanzarán ambas entidades. Bravo, incluso, dejó claro hace dos semanas que no ve "ninguna premura" en materializar este proceso.

Por contra, desde otros ámbitos sí se les ha instado a acelerarlo. A nivel general, el presidente del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, pidió hace dos meses que la reestructuración del sector se efectuase antes de la próxima primavera. Eso sí, las razones que están detrás de las prisas del regulador pueden no concernir demasiado a las dos entidades extremeñas. "El sector de las cajas es ahora convulso, porque algunas de ellas atraviesan por dificultades. Lo que quiere el Banco de España es ordenarlo cuanto antes, porque si la crisis se prolonga mucho, algunas no van a aguantar, pero ese no es el caso de las cajas extremeñas, que están en una buena situación", apuntan fuentes del sector financiero.

Otra razón por la que el Banco de España puede estar urgiendo a que las fusiones se hagan pronto es el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un mecanismo creado en junio pasado por el Gobierno con el fin de facilitar estos procesos de integración. Este dinero público --que hay que devolver en cinco años-- puede servir a las entidades para financiar, por ejemplo, despidos y prejubilaciones.

Pese a que el FROB aún no cuenta con el visto bueno de Bruselas, la idea del Banco de España es saber lo antes posible qué ayudas se van a tener que justificar ante la UE. Además, si bien no se ha fijado un calendario para su retirada, el futuro comisario Europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, advirtió esta semana en relación a ellas que "todo es temporal y todo se acaba", con lo que las entidades tendrían que comenzar ya a perfilar sus posiciones si no quieren arriesgarse a perder estas ayudas.

Pero también está por ver que la futura caja única extremeña recurriese a este fondo. "El FROB se ha creado para entidades que tengan problemas y que deban afrontar con dificultades estos procesos de integración. Las cajas extremeñas no tendrían por qué acudir a él", sostienen las citadas fuentes. Sin embargo, desde la Confederación de Cajas (CECA) se matiza que el fondo "no solo está vinculado a una mala situación. Son también ayudas a la reestructuración que pueden servir para que entidades que ahora están en buena posición no caigan luego en problemas".

Las peticiones para agilizar la fusión también han llegado desde el ámbito político y sindical. En noviembre pasado, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dijo que le gustaría que antes de final de año las cajas definiesen los "posibles escenarios" de colaboración entre ellas. Por su parte, el secretario general de CCOO Extremadura, Julián Carretero, aseguró recientemente que las cajas extremeñas "no pueden esperar más del primer trimestre" para pronunciarse sobre la fusión y dar así una respuesta "efectiva" a las necesidades de la sociedad y del tejido productivo extremeño.

En una línea muy diferente se pronunció el miércoles pasado el presidente del PP, José Antonio Monago, para quien ante un panorama "incierto" en el ámbito financiero del país, es necesario "dejar que las cajas actúen con altas dosis de reflexión, de manera colegiada desde sus órganos de gobierno, y a la espera de lo que dictaminen los estudios encargados al efecto".