Las elecciones municipales y autonómicas de 1995 fueron un punto de inflexión. Un José María Aznar combativo batió a un PSOE exhausto por 4,5 puntos. Y en muchas comunidades se inició un ascenso del PP que no se ha frenado pese a las victorias de José Luis Rodríguez Zapatero del 2004 y el 2008.

En Galicia, el ciclo es diferente. Allí el dominio conservador empieza con la victoria de Gerardo Fernández Albor (AP) en 1981 --antes de la victoria socialista de 1982-- y dura hasta que Manuel Fraga pierde la mayoría absoluta (y el PP la Xunta) en las elecciones autonómicas del 2005 (24 años), con la breve interrupción del socialista Fernando González Laxe (1983-87) en la cumbre del felipismo. Pero cuando en España arranca el ciclo conservador (1995), en Galicia se inicia su erosión. Y ahora está en juego saber si la victoria del popular Alberto Núñez Feijóo en las autonómicas del 2009 --arrebató un escaño al BNG pero el PSOE mantuvo los suyos-- inicia otro cambio de ciclo en Galicia.

Porque, pese a que en las municipales del 2007 el PP ganó en toda la comunidad, el PSG-PSOE y sus aliados del BNG lograron el poder (a veces conservaron) en las siete grandes ciudades. El PSG en tres capitales de provincia, A Coruña, Lugo y Ourense, más Santiago, Vigo y Ferrol, y el BNG en Pontevedra. En las generales del 2008 el PP solo ganó al PSOE por 3 puntos y un diputado cuando había llegado a hacerlo por 27 puntos y 10 escaños.

La pregunta es si ahora la crisis, el declive de Zapatero y el efecto Núñez Feijóo determinarán el retorno a la derecha o se va a mantener el equilibrio del 2005 y el 2007.

El socialista atípico

Muchos creen que Galicia era propiedad de Fraga y de la derecha. Nunca fue así del todo. En A Coruña, la primera ciudad, Paco Vázquez fue alcalde muchos años, logrando más del 50% de los votos (5 concejales de ventaja al PP) en 1995, cuando el triunfo municipal de Aznar. Y en 1999, un año antes de la mayoría absoluta popular, superó el 56% y tuvo 17 concejales (10 mas que el PP). Claro que Paco Vázquez era un socialista atípico: fuerte y brillante personalidad, poco autonomista y muy nacionalista español, aliado de los guerristas en el PSOE y con una familia simpatizante del Opus. Su entusiasmo papal era tan fuerte que Zapatero lo nombró embajador en el Vaticano (lo ha sido hasta ser relevado hace poco por una diplomática catalana) para limitar la influencia en Roma de otro gallego, martillo de herejes, el cardenal Antonio María Rouco Varela.

También en la capital gallega, Santiago, dos alcaldes socialistas, primero el arquitecto Xerardo Estévez --admirador del urbanismo de Pasqual Maragall-- y luego Xosé Antonio Sánchez Burgallo, han tenido siempre el poder municipal. Quizá porque la revitalización del camino de Santiago y el lanzamiento de los años jacobeos (fruto de un pacto González-Fraga) han sido decisivos para la ciudad. Y en Lugo, tierra de Pepiño Blanco, el socialista López Orozco ganó con mayoría absoluta en el 2003.

¿Logrará Núñez Feijóo --muy implicado en la campaña-- dar el 22-M otro paso hacia el imperio popular? No parece. Para el PP es difícil estructuralmente. Si no logra mayoría absoluta, el pacto PSOE-BNG, mucho más pragmático que ideológico, es un seguro de vida de la izquierda. Y el PSOE no está alarmado. En A Coruña el relevo de Paco Vázquez se produjo en las municipales del 2007 y el nuevo alcalde socialista, Javier Losada, ganó al PP. Y, en alianza con el Bloque, tiene 17 concejales (sobre 27). Aunque el PSOE pierde apoyo y el candidato popular, Carlos Negreira, cree en su victoria. En Pontevedra, Ourense y Lugo no hay perspectivas de cambio. La batalla puede ser más áspera en Santiago. E incluso más en Vigo, donde el duelo entre el exministro socialista Abel Caballero y la popular María Corina Porro ya fue duro en el 2007. Caballero (en alianza con los concejales del Bloque) solo tiene la mayoría por un concejal de ventaja.

Pronósticos

El resultado será ajustado porque la mayoría PSOE-BNG es solo de un concejal, en Vigo, Ourense y Pontevedra. Pero, al contrario de lo que pasa en España, las encuestas gallegas no son favorables al PP. El gran diario regional, La Voz de Galicia, conservador moderado, publicaba ayer una interesante encuesta según la cual el BNG conservaría el poder en Pontevedra y el PSOE en Ourense, Lugo, A Coruña, Santiago y Vigo. Por el contrario, en Ferrol, con una situación política compleja (hay cinco partidos en el ayuntamiento), el PP podría lograr la alcaldía con algún pacto postelectoral.

Si lo dice así el diario La Voz de Galicia, cuyo casi único accionista, Santiago Rey, es un exponente destacado de las familias gallegas que miran a la derecha...