La ganadería es el sector más afectado por la escasez de lluvias y en eso coinciden todas las organizaciones agrarias, que hacen hincapié en el sobrecoste que supone la alimentación con pienso por la ausencia de pastos. Para Ignacio Huertas (UPA-UCE), el problema se ha agravado además al haber más animales en las explotaciones que un año normal por las restricciones al movimiento a raíz de la lengua azul . "Ahora ya se puede transportar ganado para cebo a otras comunidades autónomas", explica, lo que permite a los ganaderos dar salida a la cabaña. UPA-UCE estima que el gasto en pienso, forraje y heno por explotación se ha elevado un 30%.

Extremadura cuenta con 4,4 millones de ovejas, más de 300.000 vacas reproductoras y unas 270.000 cabras. Para Angel García Blanco, "la peor sequía de los últimos cincuenta años" en la región se ha venido a sumar a lo que tilda de "desastre burocrático", por la situación creada a raíz de la lengua azul . La patronal le ha puesto números a las pérdidas en cada sector motivadas por la sequía: 32 millones de euros en el ovino-caprino y 28,8 millones en el vacuno.

En opinión de Bibiano Serrano, de Apag-Extremadura, "la ganadería ya no tiene solución", pues los productores están teniendo que aportar alimentación suplementaria a la cabaña "desde el verano". Y añade que "ya se puede ir hablando de sequía" sin tapujos. Para Juan Moreno, de Coag, "la situación empieza a ser preocupante porque lleva dos meses sin caer una gota".