Si usted es varón, lleva un porrón de años en política, pertenece a uno de los dos grandes partidos nacionales, es una institución reconocida dentro de sus filas y acostumbra a ir por libre en su actitud política hasta el punto de incomodar a su partido, es usted un claro ganador. Al menos en estas elecciones. Esos son los comunes denominadores de los tres grandes triunfadores del 25-M: Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono y Alberto Ruiz-Gallardón.

Porque aunque los políticos se afanen en retorcer los datos hasta dar por ganador al más vencido, el caso es que ganadores, ganadores... hubo pocos el 25-M. ¿Qué es ganar? En puridad, lograr más votos que el contrario. Pero en política, ganar es gobernar. Por eso, hay ganadores que se sienten vencidos porque no gobernarán. Y aún más, los hubo el domingo que, aun sacando más votos que el contrario y pudiendo gobernar, perdieron en la comparación con ellos mismos.

LOS TRES ELEGIDOS

Para cada caso, hay varios ejemplos. Ganadores de verdad, los tres mentados. Sus triunfos son un bálsamo para las heridas que han abierto en sus partidos. Ibarra nunca ha callado su radical posición al nacionalismo vasco, mal que le pese a la rama euskaldún del PSOE. El domingo pasó de 34 a 36 escaños.

De Bono, que hizo crecer al PSOE en Castilla-La Mancha de 26 a 29 representantes, sólo recordar su apoyo al PHN de Aznar o su oposición a la autovía que cruza las Hoces del Cabriel diseñada por el Gobierno socialista. A Alberto Ruiz-Gallardón se le reprochan flirteos con la izquierda y desavenencias con Aznar, que le mantuvieron apartado del núcleo de poder del PP. El domingo se embolsó la cuarta mayoría absoluta popular en la capital con 30 concejales.

Ganar en votos y convertirse en perdedor al no lograr gobernar es un mal que padecen los candidatos del PP. En el ámbito autonómico, Esperanza Aguirre se quedó a un escaño para superar el pacto de socialistas e Izquierda Unida. En los grandes municipios, padecen el mal de la falta de mayoría absoluta la aspirante popular a la alcaldía de Vigo, Corina Porro, y los candidatos del PP a alcalde de Guadalajara, Antonio Román, y de Segovia, Francisco Javier Vázquez. Todos ganaron, y todos lamentan su pírrica victoria.

DERROTADOS AL PODER

Los que han ganado y gobernarán, pero el domingo se acostaron con sensación de derrota son socialistas. Todos ellos revalidaron el gobierno, pero resultaron vencidos en la lucha por la superación personal. Así le ocurrió a Vicente Alvarez-Areces, en Asturias, y a Antoni Siurana en Lleida, donde perdieron la mayoría absoluta. Paco Vázquez, en A Coruña, mantiene la mayoría pero cede los tres concejales que le sobraban . Y Joan Clos, en Barcelona, con cinco regidores menos, ve alejarse el Gobierno en solitario.