El nuevo presidente de Caja Badajoz, Francisco Manuel García Peña, que tomó posesión el pasado jueves tras ser elegido "por unanimidad", confirmó ayer el relevo en la dirección general de la entidad, ocupada durante 24 años (desde el otoño de 1985) por José Antonio Marcos, y de uno de sus adjuntos, Alfredo Liñán, que pasarán a ejercer de asesores de la presidencia hasta su jubilación dentro de dos años.

García Peña, que recibió a este diario en la sede de la Caja, con Marcos, no confirmó en cambio el nombre del sustituto de éste. Según fuentes consultadas, sería Javier Chico, uno de los tres adjuntos al director general. Manifestó que "no es momento de decir el sustituto, acabo de llegar; lo cierto es que en la Caja hay directivos muy cualificados para el puesto y no tenemos que buscar fuera".

El propio José Antonio Marcos explicó que tanto él, "decano de los directores generales de las cajas en España, como Liñán, expusimos al consejo lo ya planteado en mayo, que son tiempos de cambios y no conviene tener una crisis ahora en el sentido de elección de presidente y otra en año y medio para cambiar la dirección general, por eso entendimos que es el momento de que el presidente forme un equipo sólido para abordar los retos que tiene por delante".

"No me voy a América, me quedo, nos quedamos aquí como asesores del presidente, no hasta los 65 años, sino hasta los 98, porque eso indicará que estamos bien", dijo Marcos, y añadió que "se pondrá fecha de mutuo acuerdo y ayudaremos a hacer la transición". Señaló, además, que hay "grandes cambios en el mundo financiero y la Caja está muy bien. Sorteamos la crisis bastante bien".

Sobre la fusión de las cajas extremeñas, el presidente de la de Badajoz incidió en que "ahora estamos renovando los órganos de gobierno y Caja Extremadura iniciará también el proceso. Una vez terminada la renovación se podrán iniciar estudios y conversaciones sobre un posible proceso de fusión". García Peña señaló que "el debate está ahí, y las recomendaciones del banco de España y de los expertos, pero también es cierto que las cajas son autónomas a la hora de tomar sus decisiones".

Además, parece que Caja Badajoz no tendría que acogerse a ninguna de las alternativas del decreto del Gobierno sobre concentración de cajas, y según Francisco García, que ayer recorrió las dependencias de la sede para presentarse y saludar uno por uno a cada empleado, "quizás en septiembre u octubre sea el momento de hacer planteamientos". Sobre prioridades, respondió que acaba de tomar posesión, "la semana próxima recibiré informes y podré decir algo más".