El juez Baltasar Garzón proclamó ayer, ante el público que abarrotaba la plaza de la Independencia y sus alrededores, que la "revolución de la paz ha comenzado" y "nadie" la va a detener. "El pueblo ha dictado sentencia (contra la guerra), y la sentencia es condenatoria", dijo el magistrado, que se ha significado por sus duras y muy directas críticas a José María Aznar por el conflicto de Irak, lo que le ha valido una investigación del Poder Judicial.

El juez leyó con su hija María un manifiesto en el que denunció los intentos de "silenciar" a los ciudadanos con afirmaciones "no sólo cobardes, sino mezquinas y de insolidaridad con las víctimas".