El proyecto de presupuestos para el 2010 prevé un gasto de 185.249 millones. El Estado gastará unos 7.500 millones menos que en el 2009 (el 3,9% menos), según los datos que ayer facilitó la vicepresidenta económica, Elena Salgado. El ajuste debería haber sido algo mayor (el 4,5%, según el techo de gasto que aprobó el Parlamento el pasado mes de junio), pero se ha incluido el nuevo modelo de financiación autonómica. Sí se ha respetado, sin embargo, el objetivo de déficit aprobado entonces.

"Son unos presupuestos austeros, que contribuyen al cambio de modelo productivo, que inciden en el gasto social, a favor de las personas que más están sufriendo la crisis, e inician el reequilibrio de las cuentas públicas, con una retirada paulatina de los estímulos fiscales", resumió la vicepresidenta económica.

BAJA LA INVERSION El proyecto de presupuesto no incluye ningún recorte radical de gastos, ni la supresión de ningún ministerio, como solicitan diversos grupos políticos. Según Salgado, el recorte se ha hecho a base de "muchas pequeñas disminuciones de gasto", en cada ministerio, sobre todo, en gastos de funcionamiento y transferencias corrientes, que bajan el 7,3%.

Además, el Fondo de Inversión Local (FIL), que este año ha sido dotado con 8.000 millones, bajará a 5.000 el que viene y desaparece el fondo de dinamización de 3.000 millones. El Gobierno cuenta con unos 2.000 millones menos de gasto por desempleo. Habrá un recorte en las partidas de inversión pública, aunque, según la ministra, será sustituido por proyectos en organismos que no computan en el déficit.

LOGRAR EL OBJETIVO El gasto en personal subirá el 2,7% (tras subir los sueldos el 0,3%). Las pensiones subirán el 1% (el 2% las mínimas y el 4% las más bajas). También subirá el pago de intereses por la deuda pública, cuyo volumen total crecerá 9,1 puntos, hasta el 62,5% del PIB. El gasto social absorberá el 51,6% del gasto total.

Con un gasto de 185.249 millones (que baja el 3,9%) y unos ingresos de 121.626 millones (el 21,2% más que la previsión de liquidación del 2009), el Gobierno confía en lograr, e incluso mejorar, el objetivo de déficit que se había marcado para el 2010. El déficit del Estado bajará del 8,1% del PIB previsto para el 2009 al 5,4% en el 2010; y el del conjunto de las administraciones, al 7,9%. La UE impone situar este en el 3% en el 2012, algo que es imposible, desde el punto de vista de la mayoría de expertos y organismos internacionales.

Los presupuestos del Estado se enmarcan en el mismo cuadro macroeconómico aprobado en junio, donde se prevé que el PIB caerá el 3,6% este año y el 0,3% el siguiente y que la tasa de paro llegará a una media del 18,9% de la población activa en el 2010.