El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, acusó al Gobierno español de responder con represión a la oferta de diálogo del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y en este sentido advirtió de que a partir de mañana, a la vista de qué respuesta dé el Gobierno del PP a la oferta de negociación que reiterará la Generalitat, el Govern tomará sus propias decisiones sin dejar de reivindicar el diálogo.

Turull no quiso concretar las futuras actuaciones de la Generalitat, pero insistió en que si el Estado responde en una dirección contraria a la oferta de diálogo, la Genealitat tendrá que tomar «decisiones» para que el compromiso del Gobierno catalán con el proceso soberanista sea «el máximo de eficaz». «El diálogo lo mantenemos siempre, es nuestra manera de hacer. No pasará de dos meses a dos días, fue una oferta de dos meses para explorar lo que sea posible, pero para que haya un diálogo ha de haber otro que quiere dialogar; si actúa en la dirección contraria, obviamente se tendrán que tomar decisiones».

«Les anuncio que a este nuevo plazo del Gobierno del Estado el Govern responderá, pero no se moverá de lo que dijo ayer (el lunes): ¿Quieren sentarse a hablar, sí o no? A partir del jueves sabremos en qué escenario se sitúa el Estado, si cierra definitivamente la puerta al diálogo o aborda el tema de si quiere que hablemos, nos sentemos, sin condiciones», explicó.

Asimismo, el portavoz ha avisado de que a partir de mañana la Generalitat no se quedará de brazos cruzados: «En el diálogo creeremos siempre… si el otro no quiere hablar, no será a costa de estar quietos mientras te las van metiendo, tenemos un compromiso explícito con los ciudadanos desde el 1 de octubre». Una referencia clara de Turull a la necesidad de aplicar el resultado del referéndum ilegal.

Turull lamentó la repuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la carta enviada el lunes por Puigdemont con la apelación al diálogo: «A la carta del presidente de la Generalitat la respuesta vuelve a ser el menosprecio y la amenaza, han eludido el tema nuclear: ¿Quieren sentarse a hablar, podemos hablar? ¿Podemos hacer como los países civilizados?».

El portavoz denunció que desde que el pasado día 10 Puigdemont hizo un llamamiento al diálogo en el Parlament, «hay más represión» por parte del Estado. «El Govern de Cataluña abrió una puerta al diálogo y la ha mantenido en las comunicaciones que ha hecho llegar al Gobierno del Estado, una voluntad sincera, pero también hemos constatado que al otro lado hay un Gobierno que cierra continuamente las puertas al diálogo y mira en dirección contraria», denunció Turull.

PRESOS POLÍTICOS / El portavoz censuró el encarcelamiento por parte de la jueza de la Audiencia Nacional de los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, hablando de presos políticos. «Vivimos un nuevo episodio de vergüenza democrática por parte del Estado, dos personas inocentes, un tribunal incompetente las ha encarcelado por un delito inexistente: lo que no hizo el Tribunal de Orden Público con el presidente de Òmnium durante el franquismo lo hace el tribunal heredero del siglo XXI».

Turull mostró el apoyo de la generalitat a las movilizaciones en apoyo a Sànchez y Cuixart y pidió al mismo tiempo serenidad: «El mejor homenaje a Jordi Cuixart y Jordi Sànchez es que en estas movilizaciones que volverán a ser multitudinarias, no caigamos en las provocaciones de diferentes estamentos del Estado que querrían que nos desviáramos del pacifismo y civismo».

Por suparte, la diputada de la CUP Mireia Boya aseguró ayer que la independencia de Cataluña es «una necesidad básica e ineludible» y apuntó que están trabajando con Junts pel Sí (JxSí) para hacerla efectiva en los próximos días: «Se encontrarán la república proclamada cuando vengan a por nosotros». La diputada rehusó concretar «cómo y cuándo» se proclamará la república para evitar la «represión» del Estado, y precisó que no requiere de votación en el Parlamento.