El presidente de EEUU, George Bush, ofreció ayer su solidaridad al Gobierno y al pueblo español tras telefonear al rey Juan Carlos y al presidente del Gobierno, José María Aznar, para condenar los "horribles atentados" de Madrid y presentarles sus condolencias.

"EEUU está con el Gobierno español, y yo aprecio muchísimo su lucha contra el terror y su posición firme contra organizaciones terroristas como ETA", subrayó Bush antes de que el grupo terrorista Al Qaeda confirmase la autoría del atentado. "Les he dicho (al Rey y a Aznar) que lloro con las familias y que nos mantenemos firmemente al lado del pueblo español", declaró Bush, que tuvo en Aznar a uno de sus más firmes aliados en la guerra contra Irak.

Bush fue uno de los más de 20 mandatarios que ayer telefonearon a Aznar. Jefes de Estado de la UE y de Suramérica, sobre todo, llamaron al presidente español para darle su apoyo. Desde el presidente de México, al de Argentina, Chile, Uruguay y Panamá, los jefes de Estado latinoamericanos comunicaron su repulsa por unos atentados que han sumergido a España en una pesadilla.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su seguridad de que España dará "una respuesta ejemplar a la insensatez y al odio de aquellos que recurren a la violencia gratuita e indiscriminada". Fidel Castro, presidente de Cuba, envió una carta al Rey en la que escribió: "Cuba, que ha sido víctima durante 45 años del terrorismo, en todas formas y manifestaciones, comprende y comparte el dolor ante esta indignante e injustificable agresión contra el pueblo español". Quien habló también con Aznar fue el presidente ruso, Vladimir Putin, quien manifestó a Aznar su "disposición a la más estrecha colaboración en la lucha contra la amenaza terrorista".

TERCERA GUERRA MUNDIAL En Oriente Próximo, un área geográfica machacada por el terrorismo más brutal, también se dieron numerosas muestras de apoyo. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, afirmó que estaba "profundamente chocado" por los sangrantes ataques y un portavoz del Ejecutivo de Tel- Aviv, Raanan Gissin, dijo que "el terrorismo es la tercera guerra mundial". El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, condenó el atentado y dijo que era un ataque "detestable". Los monarcas de Jordania, Bahrein y Kuwait, el presidente del Líbano, Emile Lahud, y el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, expresaron su condena más enérgica.