El Consejo de Ministros aprobó ayer el trasvase de 82 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, de los que 39 se destinarán a abastecimiento y 43 a regadíos, decisión que suscitó críticas en Castilla-La Mancha y en Murcia, mientras que el Gobierno pidió responsabilidad a las fuerzas políticas, informa Efe.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió "a todas las fuerzas políticas en Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana y Almería la máxima responsabilidad ante la delicada situación provocada por la drástica reducción de las lluvias en la cabecera del Tajo".

Según la vicepresidenta, "la distribución definitiva" de los 82 hectómetros la hará la Comisión de Explotación del trasvase, el próximo miércoles, que decidirá también los desembalses. Precisó que para tomar esa decisión se tuvo en cuenta "la situación excepcional" en la cabecera del Tajo, donde las aportaciones netas del año hidrológico "no superarán los 360 hectómetros cúbicos, la cifra más baja del período 1912-2004".

SUPERVIVENCIA DE CULTIVOS Indicó que el nivel actual de los embalses se sitúa en 511 hectómetros cúbicos y destacó que el Gobierno también tuvo en cuenta el descenso de recursos propios en la cuenca del Segura, lo que pone en peligro "no sólo las cosechas de este año", sino "la supervivencia de los cultivos leñosos".

El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, tildó de "irresponsable" la decisión, ya que "puede solucionar el problema de unos regantes pero pone en riesgo el abastecimiento de tres millones de españoles que beben agua del Tajo". Tras insistir en que la decisión es "imprudente", dijo que el Gobierno autonómico estudiará si plantea algún tipo de actuación contra el trasvase.

El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de Murcia, Fernando de la Cierva, aseguró que la decisión supone un "ataque frontal" a la región ya que es un tercio del agua solicitada. Advirtió de que su Ejecutivo adoptará "las medidas que estén en su mano" para defender los intereses de los regantes murcianos, y comprometió la presencia del Gobierno en movilizaciones que pudieran celebrarse, "siempre que las convoque la sociedad".

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Francisco Del Amor, se mostró decepcionado por los 43 hectómetros cúbicos de agua para regadío, 81 menos de los pedidos. En similares términos se expresó Asaja.

Los regantes del trasvase Tajo-Segura preparan movilizaciones para protestar por la aprobación de un envío de agua menor del que habían pedido, y su presidente, Francisco Del Amor, habla ya de "zona catastrófica" con pérdida en 42.000 hectáreas de arbolado.

Del Amor subraya que la petición que habían hecho de un envío de 120 hectómetros cúbicos de agua era para salvar el arbolado y no para regar los cultivos, un mensaje que este representante lamentó que no haya sido asumido por los ministros a pesar del amplio informe en el que los regantes detallaban los motivos de la solicitud.

En el informe se llegaba a concretar el número de árboles frutales que se iban a regar (82 millones), la mitad de los cuales se secarán por falta de agua, aseguró al término de una reunión de la dirección del Sindicato Central de Regantes. Esta celebrará el martes una asamblea.