El Gobierno no ha movido un ápice sus posiciones de alineamiento con la administración norteamericana sobre un ataque a Irak a pesar del clamor expresado en las multitudinarias manifestaciones del sábado en toda España. José María Aznar ha decidido centrar sus gestiones internacionales para recabar apoyos al tiempo que sus ministros redoblaron los ataques al PSOE, con el objetivo de evitar que rentabilice el malestar social ante las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Tras las movilizaciones del fin de semana, los miembros del Gobierno lanzaron una catarata de declaraciones en las que antepusieron sus deseos de paz, pero continuaron firmes en su alineamiento con EEUU.

Desde la entrevista el pasado jueves en Antena 3 televisión, Aznar ha modulado el tono de sus expresiones pero no el contenido. Ayer, en ABC intentó quitar importancia a la masiva asistencia de ciudadanos a las manifestaciones y subrayó que en una democracia no existe "divorcio" entre la sociedad y los gobernantes. Al igual que Mariano Rajoy y Javier Arenas, el presidente criticó la "instrumentalización" de los sentimientos pacifistas.

Una muestra de esta firmeza es que los dirigentes del PP conjuran los temores a que el seguidismo de las tesis de George Bush no tenga consecuencias negativas en los resultados de las elecciones municipales. Algunos miembros de la dirección conservadora consultados por este diario expresaron su confianza en que el tema de la guerra esté olvidado cuando los ciudadanos sean llamados a las urnas.

"¿Influencia de la guerra en las municipales? Le contestaré dentro de unos meses", respondió la semana pasada a este diario el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato. Responsables municipales dijeron que los electores valoran la gestión realizada y no toman en consideración asuntos de la política interna.

TEMOR DE ALCALDES DEL PP

Lo cierto es que las mociones que los grupos municipales iban a presentar en los ayuntamientos de apoyo a las tesis del Ejecutivo en el conflicto de Irak y contra el terrorismo internacional, llevan el mismo camino que la propaganda sobre el Prestige . Varios alcaldes han expresado a la dirección del PP su temor a que una votación así les perjudique ante la próxima campaña. En estas mociones también se destacaba la falta de apoyo del PSOE mientras que el PP respaldó al Gobierno de Felipe González en 1991.