El Gobierno no moverá ficha después del comunicado de ETA. El portavoz del Gobierno, José Blanco, ha subrayado que “le corresponde al nuevo Gobierno y al próximo parlamento afrontar la situación derivada” del anuncio de cese definitivo de la actividad armada que este jueves anunciaron tres encapuchados de la banda terrorista, tal como dejó claro el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su declaración desde La Moncloa.

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El también ministro de Fomento ha mostrado su respaldo a la convocatoria de ronda de partidos anunciada este viernes por el lendakari, Patxi López, pero ha subrayado que a menos de un mes de las elecciones el Ejecutivo central no va a convocar una reunión con las fuerzas políticas porque considera que la gestión de la paz le corresponde al candidato que salga elegido el 20-N en las urnas. En este sentido, ha apostado porque el futuro presidente actúe contra la banda como hasta ahora lo ha hecho Zapatero: con “firmeza, inteligencia, prudencia y unidad” entre los partidos.

El portavoz no ha querido contestar si el Ejecutivo está dispuesto ha mejorar las condiciones carcelarias de los etarras. “Hoy no toca hablar de eso”, ha dicho. “Lo que se haga, contará con el acuerdo de los partidos porque la política penitenciaria es parte de la política antiterrorista”, ha añadido. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Blanco ha explicado que todos los integrantes del Ejecutivo han felicitado a Zapatero “por su tenacidad, firmeza y coraje” ante el terrorismo vasco.

El portavoz ha leído una declaración en la que el Ejecutivo ha agradecido el trabajo de todas las personas que han contribuido a vencer a ETA, en la que ha dado las gracias "singularmente", al exministro del Interior y candidato socialista a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Para Blanco, el anuncio de la banda vasca es “la noticia más esperada de la historia de la democracia”, especialmente porque tanto el Ejecutivo como el líder de la oposición, Mariano Rajoy, han coincidido que “no ha habido concesiones” a los etarras para que abandonen la violencia.