El adelanto electoral obligará al Gobierno a tramitar por la vía de urgencia algunas de las leyes que están todavía en proceso de trámite. Esta es la única manera que tiene para intentar aprobarlas antes de que José Luis Rodríguez Zapatero convoque formalmente las elecciones y, de manera automática, se disuelvan las Cortes. Pero, por más que corra, la mitad de las 26 normas consideradas "prioritarias" para este año quedarán en el tintero. Si a estas se les suman otros proyectos de menor entidad, en total hay pendientes 34 leyes y solo un mes, septiembre, para que el Congreso de los Diputados pueda aprobar algunas de ellas.

Entre las que se quedarán por el camino destacan algunos proyectos emblemáticos y que, según los diputados socialistas, habrían ayudado al PSOE a acercarse al electorado más de izquierda. Por ejemplo, las leyes de igualdad (que establecían multas de hasta medio millón de euros para casos de discriminación), y la norma que debía introducir mayores mecanismos de transparencia y de acceso a la información. Un tercer proyecto incluido en el paquete de políticas sociales que podría decaer --aunque Zapatero intentará salvarlo-- es la ley de muerte digna, que no legaliza la eutanasia pero regula los derechos de los pacientes en situación terminal.

Las normas que el Gobierno seguro que no podrá tramitar y aprobar en el Congreso por falta de tiempo son las diseñadas para otorgar más garantías a los procesos penales y reforzar el papel de los fiscales.

En cambio, el PSOE calcula que antes de echar el cerrojo a la legislatura podrá aprobar otro de sus proyectos emblemáticos, la ley de reconocimiento de las víctimas del terrorismo. Además, Zapatero aspira a dejar lista antes de irse la reforma de la negociación colectiva que, aunque ya ha sido convalidada en el Congreso, está pendiente de ser tramitada como proyecto de ley. El Ejecutivo también confía en que todavía le dará tiempo de impulsar dos leyes más: la de agilización procesal y la reforma de la ley concursal.

A CONTRA RELOJ En la carpeta de asuntos pendientes, pese a que el Gobierno las sitúa en el paquete de urgentes, destacan la reforma de la inspección de trabajo y la ley que regula los servicios de atención al cliente. También está por ver si llega a aprobar la reforma de la ley del sector eléctrico, que obligaría a las compañías a desglosar todos los costes en las facturas y a disponer de un teléfono gratuito para atender las peticiones y quejas de los consumidores.

El presidente del Gobierno, en la comparecencia que protagonizó ayer en la Moncloa para anunciar el adelanto electoral, dio por hecho que la ley de integración de los trabajadores agrarios en el régimen de la seguridad social será otra de las que conseguirá sacar adelante.

Todos los planes legislativos dependerán, ahora más que nunca, de que el PNV opte por mantener hasta el final su apoyo al grupo socialista.