La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, no ha querido confirmar este lunes que el secuestro de los cooperantes españoles Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons y de la italiana Rosella Urru en un campamento de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) sea obra de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), grupo al que apuntan todas las sospechas y que fue responsable en el 2009 del secuestro en Mauritania de Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual.

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Jiménez ha aseguardo que hasta la fecha no ha habido ningún grupo que reivindique el secuestro por lo que atribuir la autoría a Al Qaeda, como han sugerido desde el Frente Polisario, es una "mera especulación". La ministra ha insistido en que el Gobierno trabaja "con discreción" y ha añadido que la prudencia obliga al Ejecutivo a "no especular" con la autoría del rapto.

"Precisamente por trabajar con discreción no queremos especular sobre la autoría. No ha habido ningún grupo que lo reivindique ni tampoco ningún grupo que se haya puesto en contacto con el Gobierno", ha manifestado y ha añadido que vincular el secuestro con AQMI, como sí ha hecho el Frente Polisario, es hoy por hoy "una mera especulación y la prudencia nos obliga a no especular". "Al menos desde el Gobierno no lo vamos a hacer", ha enfatizado.

Las declaraciones de Jiménez se producen después de que el Ministerio de Información de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática señalase en un comunicado que los secuestradores son "terroristas", en alusión a los extremistas islámicos.

Según la titular de Exteriores, el Gobierno trabaja "intensamente" para lograr la liberación, tanto de estos cooperantes como de las también cooperantes Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, secuestradas el pasado 13 de octubre en Kenia. En este sentido, ha subrayado que el Gobierno debe trabajar con "mucha discreción y mucha prudencia" para preservar la integridad de las personas secuestradas, por lo que no puede ofrecer "más detalles" sobre esta cuestión.

Lo único que ha comentado es que "cada vez que hay un secuestro de estas características, lo primero que hace el Gobierno es ponerse en contacto con las organizaciones responsables de los cooperantes, hablar con las embajadas de España en el exterior, contactar con los gobiernos de la zona y buscar e intensificar las gestiones para lograr la liberación".