Cuatrocientos pisos de 30 metros cuadrados construidos en los campus de Cáceres, Badajoz y Mérida para alquilarlos a precios asequibles a estudiantes de la Universidad de Extremadura (Uex): ese era el proyecto, de acuerdo con los convenios firmados hace ya dos años y medio entre la institución educativa y el Ministerio de Vivienda, y entre el Gobierno central y la Consejería de Fomento de la Junta de Extremadura. Ese era y ese es el proyecto. Porque poco o nada se ha avanzado desde entonces en esta iniciativa, que está en punto muerto mientras las distintas partes echan balones fuera y cruzan acusaciones sobre la responsabilidad de que se haya quedado, al menos de momento, en papel mojado.

El proyecto fue una de las medidas estrella de la entonces titular de Vivienda, la extremeña María Antonia Trujillo. El objetivo era facilitar el acceso a los estudiantes a pisos de titularidad pública, en régimen de arrendamiento y a bajo coste. Concretamente, en Extremadura se plantearon 400 apartamentos --repartidos entre Cáceres, Badajoz y Mérida--, cada uno de entre 30 y 45 metros cuadrados, para ser ocupados por uno o dos estudiantes, desde el inicio de la carrera o durante el posgrado y con una renta mensual de entre 75 y 200 euros, en función del tipo de vivienda y la ciudad.

María Antonia Trujillo incluso llegó a declarar que los universitarios podrían beneficiarse de estas viviendas a partir del curso 2009-2010, el actual. Pero la fecha ha llegado y en Extremadura no se ha movido un grano de arena para construir estos pisos. Desde la Consejería de Fomento explican que se han producido contactos y están dispuestos a agilizar el proyecto, pero permanecen a la espera de que la Uex dé el paso, ya que es la promotora y titular del suelo: "El documento especifica que la universidad promoverá la construcción de esas viviendas y que la Junta de Extremadura otorgaría las calificaciones y ayudas estipuladas en el Plan de Vivienda".

"NOSOTROS FINANCIAMOS" El ministerio también apunta en esta misma dirección: "la universidad es la promotora y ella tiene que aportar el suelo para poder empezar a construir. Mientras eso no se cumpla, no se puede hacer nada". En este departamento recuerdan que su compromiso era el de financiar la promoción y actuar como garante ante el constructor. Pero subrayan que el dinero se pone cuando las obras ya estén iniciadas.

Por su parte, la Uex, a la que este diario ha solicitado varias veces información sobre el proyecto y las causas de parón, prefiere guardar silencio para no generar una vía de conflicto con las administraciones. Pero fuentes próximas a la institución académica afirman que la universidad está esperando a que el Gobierno central muevan ficha para garantizar la financiación; una vez cumplido ese requisito, daría vía libre a la cesión del suelo.

A pesar de las declaraciones de la entonces ministra Trujillo referidas a la fecha de ejecución y de que el proyecto pertenecía al extinto Plan Nacional de Vivienda 2005-2008, desde el ministerio explican que el convenio sigue vigente porque esta iniciativa se ha incluido en el Plan de Vivienda 2009-2012 y en el acuerdo no se fijó ningún plazo para la construcción de los pisos.

OTRAS UNIVERSIDADES Junto a la Uex, suscribieron el documento cuatro universidades más: Alcalá (496 minipisos), Castilla-La Mancha (200), Girona (70) y Menéndez Pelayo (96). Tampoco ellas han hecho los deberes. Solo la primera ha propuesto aprovechar el edificio de una antigua cárcel de mujeres, pero sir más allá.

Otras universidades se sumaron a la iniciativa. La Carlos III de Getafe se erigió como el referente del proyecto. De hecho, en sus instalaciones se firmó el acuerdo de la Uex, en septiembre, dos meses después de que Rodríguez Zapatero sustituyera a María Antonia Trujillo por Carme Chacón --actualmente titular de Defensa-- como ministra de Vivienda. Pero tampoco este centro ha formalizado el compromiso.

Una de las que más ha avanzado ha sido la Universidad Laboral de Gijón: en julio comenzaron los trabajos para adaptar una antigua residencia de estudiantes y convertirla en 102 minipisos. Las obras han ido con retraso porque el asunto ha llegado a los juzgados tras la denuncia del PP, que considera que la adjudicación se realizó "a dedo". En Zaragoza, surgió otro problema, porque el jurado dejó desierto el concurso para elegir el diseño del edificio porque ninguna de las 264 propuestas "respondía de forma plena a los objetivos de la convocatoria o no se ajustaban a la normativa".