El gobierno ha encargado al ejército que retire de las carreteras los vehículos averiados que pongan en peligro las seguridad del tráfico. Con esta medida se trata de garantizar el buen desarrollo de la Operación Retorno del mes de agosto ante la huelga de grúas.

El ejército ha facilitado 180 grúas para paliar la difícil situación que se vive en las cunetas de todo el territorio nacional. Esta es una de las medidas que se adoptaron en la reunión que mantuvieron la noche del miércoles el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a la que informaron del paquete de medidas que se van a tomar para garantizar la seguridad mientras dure este conflicto, según informa Efe.

En esta reunión también se contemplaron advertencias a los servicios de ayuda que ignoren las llamadas de las fuerzas de seguridad, incluso advierten con la interposición de querellas por delitos de omisión del socorro.