La descoordinación a la hora de distribuir a los voluntarios en Galicia está impidiendo que miles de extremeños, especialmente jóvenes, movilizados por más de una veintena de colectivos solidarios e instituciones públicas de la región, se desplacen esta Navidad para retirar el fuel que sigue derramando el Prestige . En muchos casos, la lista de espera de jóvenes reclutados por cada una de estas asociaciones y organismos como ayuntamientos y diputaciones supera las 200 personas, que están ávidas por desplazarse a tierras gallegas para ayudar, máxime sabiendo que su colaboración es necesaria y que sólo la desorganización están frenando las expediciones, han confirmado a EL PERIODICO fuentes de los colectivos afectados.

Además, en Extremadura son ya 24 las entidades públicas y privadas que, según ha computado este diario, están recaudando dinero y enseres y han enviado o están a punto de mandar la ayuda económica y material para las zonas afectadas por la marea negra. Entre los solidarios están colegios de Mérida, Ceclavín o Navaconcejo; instituciones como la Diputación de Badajoz, la Cámara de Comercio de Cáceres, la Federación de Municipios y la Uex; grandes empresas como la Central de Almaraz, MRW, Copreca --la principal cooperativa ganadera de Cáceres-- o los trabajadores del Canal de Isabel II en la capital cacereña; y todo tipo de colectivos que van desde restaurantes a bares, pescaderías, asociaciones de vecinos y organizaciones ecologistas.

En el conjunto de España, la inmensa oleada de solidaridad despertada por la catástrofe ecológica también está siendo desaprovechada por la incapacidad de las administraciones para encauzarla. Miles de personas de toda España, deseosas de aprovechar las vacaciones navideñas para participar en las tareas de limpieza, están viendo rechazadas sus peticiones porque supuestamente no hay plazas libres, mientras decenas de playas siguen cubiertas con toneladas sin que nadie se acerque a ellas.

"No, por Navidad el cupo ya está lleno. Dígame qué fecha le va bien a partir del 15 de febrero". Esta respuesta o parecida es la que vienen recibiendo los aspirantes a voluntarios que llaman desde hace unas dos semanas a los teléfonos habilitados por la comunidades autónomas o por la propia Xunta de Galicia. Una parte de los rechazados aceptan demorar el viaje, pero lo recortan a un sólo fin de semana, según fuentes de la comunidad autónoma de Madrid.

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Lo más sorprendente es que estando el cupo lleno, ninguna administración es capaz de cuantificar en cuantos voluntarios se ha cerrado. Este diario pidió infructuosamente la cifra de los que trabajarán por Navidad al gabinete de crisis de vicepresidencia, a la Consejería de Asuntos Sociales de la Xunta y al Ministerio de Medio Ambiente. Los portavoces de estos organismos fueron derivando de uno a otro hasta trazar un círculo completo. Sólo tras mucha insistencia, la secretaría de Estado de Costas aventuró que "la cifra rondará lo que viene siendo habitual en los últimos días laborales, unas 2.500 personas". Una cifra poco realista si se tiene en cuenta que sólo en Muxía se prevé la llegada de 1.500.

Pero esta búsqueda infructuosa no es más que una anécdota reveladora del caos competencial en el que está sumergida la coordinación de los voluntarios. Hasta ahora, dependía del Ministerio de Medio Ambiente, aunque "ante su evidente incapacidad, las cofradías mejor organizadas optaron desde el primer momento por coordinar desde las lonjas la llegada y el trabajo de los voluntarios", explica Ezequiel Navío, experto en contaminación marina de Adena. "Esto ha provocado que en playas muy afectadas ni siquiera se haya empezado a actuar", añade.

Ahora Medio Ambiente ha traspasado la cuestión a la consejería de Asuntos Sociales, pero ésta no asumirá de lleno las competencias hasta el próximo día 2 de enero. Durante las vacaciones comparten la responsabilidad.

"No creo que cambie nada con Asuntos Sociales. La Xunta actuará a través de los ayuntamientos y el nuestro se niega a colaborar", vaticina Nacho Castro, gerente de la lonja de Muxía, que calcula que diariamente gasta en atención a los voluntarios unos 4 millones de pesetas que se obtienen de las donaciones recibidas.