Es imposible sacar esto adelante, nos vamos a ir si no este mes, el que viene". Son palabras del alcalde de la localidad cacereña de Plasenzuela, el socialista Adrián González, que asumió el cargo hace apenas un año. La causa de esta disolución del ayuntamiento es la deuda que arrastra el municipio, el más endeudado de España con la Seguridad Social en función a su población (más de 3.800 euros por habitante), y que le impide, entre otras cosas, llevar a cabo el Plan E u obtener los fondos del Aepsa. Además, en diciembre no han podido cobrar sus cinco funcionarios. Pero, ¿qué pasará tras la dimisión de los cuatro concejales del equipo de gobierno? González explica que entrará a gobernar una gestora --tal y como sucedió en Marbella-- hasta que se constituya una nueva corporación municipal. Todo esto se añade a los escándalos de presunta corrupción del anterior gobierno municipal.

Y es que solo a la Seguridad Social, el consistorio adeuda 2,3 millones de euros para una población de 600 habitantes. Eso implica que los 9.000 euros mensuales que recibe el ayuntamiento del fondo estatal "no los vemos porque se los queda directamente la Seguridad Social", insiste el edil. Además, también coge la mitad de los 18.000 euros mensuales que obtiene el consistorio por el alquiler de la residencia de ancianos, y la otra mitad va para pagar al personal. Un claro ejemplo de esta situación económica "insostenible" es que no pueden aprovecharse de las ayudas económicas y para el empleo del Plan E del Gobierno --las recibe Santa Marta de Magasca-- ni "tampoco tenemos Aepsa" (antiguo PER), comenta, ni han conseguido pagar aún la nómina de diciembre de los trabajadores del ayuntamiento.

Todo por culpa de una deuda, dice el alcalde, que se empezó a generar en junio del año 1999, fruto de supuestos fraudes a la Seguridad Social, a subvenciones sin justificar y a actuaciones urbanísticas; y desde entonces "no ha dejado de crecer". Al no poder hacer frente a ella, los cuatro ediles del PSOE ya han tomado la decisión de marcharse del consistorio. Preguntado por la posibilidad de que el PP, que tiene dos concejales, presentara una moción de censura, González responde que no cabe esa opción porque "aquí no quiere entrar nadie". Es más, asegura que cuando resuelva el pago de "dos o tres cosas" pendientes de sufragar "nos vamos", ya que "no queremos dejar ese marrón a otros", en referencia a esa gestora que entraría a hacerse con las riendas municipales.

EL PP YA PIDIO LA DISOLUCION Sin embargo, el concejal popular Juan Francisco Gil Pérez asegura que podrían hacerse cargo del ayuntamiento, pero matiza que "es el PSOE el que ha hecho la deuda y debe asumirla". En cambio, apuesta por la llegada de una gestora porque "sería lo mejor para el ayuntamiento, siempre lo he dicho, y lo arreglaría si dice que debe haber dos trabajadores en vez de cinco". En todo caso, dice no conocer la decisión de los ediles socialistas, ya que "hace tiempo" que no habla con ellos.

Se da la circunstancia de que a finales del pasado octubre, tras los escándalos de presunta corrupción destapados en este ayuntamiento, el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, pidió la disolución del consistorio, algo que rechazó el presidente extremeño aludiendo que "queremos matar moscas a cañonazos cuando lo que hay es una investigación judicial".