Extremadura podría convertirse en el único lugar de España donde se cultive tabaco en un futuro, según los planes del Ejecutivo central. La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), Elena Espinosa, anunció ayer que el Gobierno estudia destinar en exclusiva a Extremadura la producción de tabaco. Elena Espinosa hizo esta afirmación en el transcurso de una entrevista emitida en el programa Conversas da Duas de TVE-2 en Galicia. La región acapara el 85% de la producción nacional.

La titular del Mapa, sobre lo que iba a suponer para los productores de tabaco la entrada de la ley que prohíbe fumar en la mayoría de los establecimientos públicos, recordó: "Nosotros somos productores de tabaco, pero cosechamos mucho menos de lo que consumimos".

Añadió que la entrada de esta normativa "va a ser muy positiva para los españoles y no será incompatible con nuestra producción". En este sentido adelantó que el Gobierno está estudiando reestructurar zonas productoras de tabaco de poca calidad, como las de Andalucía o el Bierzo (León), para destinarlas a otro tipo de cultivo, y mantener en exclusiva la de Extremadura, que es donde se produce el de mejor calidad de España.

3.900 EXPLOTACIONES Extremadura cuenta en la actualidad con más de 3.900 explotaciones agrarias dedicadas a la producción de tabaco, una actividad por la que la región recibe unos 97 millones de euros anuales en ayudas de la Política Agraria Común (PAC) procedentes de Bruselas.

El cupo de producción de tabaco con derecho a ayuda que posee España está en torno a 41 millones de kilogramos por campaña, de los que aproximadamente unos 35 millones se cultivan en Extremadura, lo que da idea del peso que la región tiene en este sector. Los restantes seis millones de kilos se reparten entre otras seis comunidades españolas, principalmente Andalucía y Castilla y León.

14.000 HECTAREAS El cultivo de tabaco se extiende en Extremadura en una superficie de 14.000 hectáreas, situadas casi en su totalidad en la provincia de Cáceres. Es difícil pensar que ningún otro cultivo o actividad pueda garantizar unos niveles de renta actuales para esas 3.900 familias tabaqueras en ese espacio geográfico. El precio comercial del tabaco en rama que los productores entregan en las industrias representa en torno al 15% de sus ingresos, mientras que todo el resto corresponde a las subvenciones comunitarias.

Las ayudas europeas, garantizadas sólo en un principio hasta el 2010, suponen la garantía de supervivencia de este sector. Su eliminación entonces supondrá un antes y un después para los productores. La centralización en Extremadura del 100% de la cosecha supone apostar por las zonas donde se produce el tabaco de mayor calidad y que cuenta con más salida independientemente de las ayudas. La variedad más demandada es la de tabaco virginia, que se emplea para cigarrillos rubios. En cualquier caso, el sector no está sólo amenazado por la supresión de las ayudas, sino también por la bajada del consumo.