El Gobierno vasco delegó ayer en su portavoz, Miren Azkarate (PNV), la denuncia contra la "broma macabra" de ETA por decir ahora que suspende el alto el fuego que ya rompió en diciembre al asesinar en la T-4 de Barajas a dos ciudadanos ecuatorianos. Además, advirtió de que el texto etarra ha "desairado" a la izquierda aberzale que en enero le pidió a la banda que mantuviese la tregua.

Precisamente a los dirigentes de Batasuna miraron en la mañana de ayer todas las fuerzas políticas vascas. Consternadas por el comunicado de ETA, emplazaron de inmediato a Batasuna para que aclarase si mantiene o no la propuesta presentada en noviembre del 2004 en el polideportivo de Anoeta, en San Sebastián, en la que defendió su apuesta por las vías políticas y democráticas. Los socialistas vascos le pidieron a Batasuna y ANV que "se enfrenten" a ETA y condenen su nueva amenaza.

Todos los partidos reconocieron escasa sorpresa por el anuncio del fin de la tregua. El consejero de Interior, Javier Balza, había trasladado su preocupación a los partidos alertando también a la policía vasca sobre la necesidad de extremar las medidas de seguridad. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, venía alertando en las últimas semanas sobre la posibilidad de que ETA cometiese un atentado y los partidos no fueran capaces de darle una respuesta conjunta.

El portavoz de la ejecutiva peneuvista, Iñigo Urkullu, reconoció que se trataba de una "noticia anunciada". Por otra parte, consideró que la virulencia de ETA contra su partido reproduce los ataques que insistentemente les han dirigido los portavoces de Batasuna y se debe a que el PNV es "el espejo de su fracaso".

Tanto la portavoz del Gobierno como Urkullu y la presidenta de EA, Begoña Errazti, defendieron la continuidad del diálogo con los representantes de la izquierda aberzale. Azkarate enfatizó que seguir hablando con los "interlocutores de ese mundo", diálogo que ha costado el encausamiento de Juan José Ibarretxe, es la "única" forma de avanzar hacia la paz. Urkullu defendió que el PNV "bajará al infierno" si ello es preciso para encontrar una salida, pero advirtió de que necesitan saber a quién representan los interlocutores de la "izquierda radical" .

Leopoldo Barrera (PP vasco) pidió ayer que Ignacio de Juana Chaos y Arnaldo Otegi ingresen en prisión a la vez que se pone en marcha la ilegalización de ANV. Por su parte, el líder del PSE, Patxi López, pidió "unidad" a los partidos.