Europa está perdiendo relevancia relativa a nivel mundial". Así de tajante se mostró ayer el expresidente del Gobierno, Felipe González durante la conclusión de la jornada sobre el viejo continente celebrada en Yuste. González, que insistió en que el viejo continente atraviesa una "crisis grave", hizo una reflexión alejada del fracaso de la Constitución Europea, de la que señaló que tampoco habría frenado esa crisis, e incidió en la importancia de construir un espacio público europeo compartido.

En este sentido, el expresidente del Gobierno incidió en que para conseguir ese espacio compartido es necesario imaginar cuáles son los derechos y los deberes básicos de los ciudadanos. "Discutimos más entre nosotros cómo se reparte el poder en Europa que cómo queremos que sea ese poder", apuntó.

Aseguró González ir "contracorriente" cuando advirtió de la necesidad de tomarse en serio el principio de subsidiariedad, "porque la Europa de los Quince no pude ser igual que la de los Veinticinco o los Treinta". Insistió en que en la UE existe un problema de "sobrecarga de reglamentos que hay que revisar. Hay que profundizar y reducir las competencias de Bruselas" para, manifestó, empezar a salvar a Europa de la crisis.

También criticó la rigidez que existe en la estructura económica-tecnológica de la UE y puso énfasis en la importancia de mejorar la educación, un tema en el que coincidió con el presidente de la Junta de Extremadura y presidente de la Fundación Europea de Yuste, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Ibarra destacó el concepto actual de educación como una de las claves de la crisis que atraviesa Europa. "No hemos sido capaces de entender que hay una juventud que vive en una era digital frente a unos adultos que viven en una era tecnológica", señaló el presidente extremeño, quien considera fundamental una adaptación del modelo educativo europeo.