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Por ello, consideran una pantomima de cara al público los gestos de buena voluntad como la reciente firma entre la Junta y las entidades bancarias para facilitar créditos para viviendas. Ese convenio, según dijeron los firmantes, podría ayudar a 13.000 familias a acceder a una vivienda, siempre que cumplan una serie de requisitos. Entre ellos destacan que el adjudicatario debe tener trabajo y llevar en el mismo un mínimo de tres años, que la cuota que debe pagarse mensualmente por el préstamo no puede superar el 40% del salario que se cobre, y que el 60% del salario que quede libre debe ser igual o superior al Indicador de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que es un baremo similar a la referencia utilizada antes con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pero ponderando los ingresos en función del número de personas que compongan la unidad familiar.

En este sentido, "ese convenio no vale para la gente que no tiene el dinero suficiente", denuncia Antonio García Camacho, mientras critica esa cláusula de la necesidad de llevar trabajando tres años, más en estos tiempos de crisis donde el desempleo va a más. Por eso, insiste, "al final los bancos van a prestar el dinero a quien a ellos les merezca la pena, como siempre".

UN CASO PECULIAR El está viviendo este problema en primera persona, porque conoce las dificultades por las que están pasando la treintena de familias de la promoción que a hecho, de un total de 256 del Plan 60.000 euros. A este respecto, relata un caso extremo, pero real, de un albañil que trabaja en su empresa que ha adquirido una casa de estas "al que le niegan un préstamo porque al trabajar en la construcción piensa que se va a quedar en paro".

Por esos mismos problemas están pasando varias familias en Plasencia, aunque menos que en Almendralejo. Las entidades bancarias no les dan préstamos hipotecarios "a pesar de que se cuelgan medallas", señala José Roca, de la promotora Albatros, que ejecuta 450 viviendas de 60.000 euros del residencial Los Monjes.

"Hay que ser realistas, la situación económica es difícil para los promotores y para los compradores", reconoce, "pero hay operaciones que no tienen por qué echarlas para atrás. Se están tratando operaciones con más dureza que les corresponde".

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La denuncia de la falta de financiación de 700 viviendas de 60.000 euros de la Junta en Cáceres adjudicadas hace año y medio ha destapado grietas en el plan de la Junta, y no ha hecho sino alentar las críticas de promotoras sobre la actitud de los bancos. Este periódico ha consultado a las empresas que realizan las obras de este plan en distintas ciudades extremeñas y la mayoría dicen que, hasta el momento, no tienen ese problema y sus viviendas están vendidas y entregadas sin inconveniente alguno. Sin embargo, en Plasencia la promotora Albatros incluso lleva seis meses esperando una respuesta con un banco para financiar dos bloques de pisos de las 450 de este tipo que ejecuta.

Salvo estos casos, las demás empresas aseguran no tener problemas con este tipo de promoción, no así con las viviendas de renta media (con un coste de 120.000 euros), para las que algunas sí manifiestan que están encontrando problemas de financiación.

Así, desde Protech, con 900 pisos del plan de vivienda de la Junta en Badajoz, aseguran incluso que se está difundiendo una imagen "un poco irreal, aunque no digo que la cosa vaya fenomenal, pero en nuestro caso no estamos notando problemas, todo se va a entregar en sus plazos".

Tampoco dicen tener dificultades promotoras como Joca, Viassa, Shayver y Platero, que desarrollan viviendas de 60.000 euros en Badajoz, Mérida y Plasencia, aunque reconocen que la situación es delicada.