Cada día, 18.889 estudiantes extremeños se suben a un autobús escolar para acudir a sus centros escolares. ¿Están seguros? Esa es la pregunta que tratan de responder los Equipos de Inspección de Transportes de la Guardia Civil de Tráfico, que se ocupan, entre otras cuestiones, de controlar los vehículos que se dedican a ofrecer este servicio. Y lo hacen de un modo especialmente intensivo durante campañas especiales como la que concluyó el pasado domingo en Extremadura. EL PERIODICO ha acompañado a uno de los equipos que se dedican a esta labor.

"Buenos días, ¿puede facilitarnos su documentación y la del vehículo? Este es el saludo tipo con el que los dos agentes del Equipo de Inspección de Transportes de la Guardia Civil de Tráfico de Cáceres inician la revisión de los vehículos escolares. El primer paso es comprobar que el conductor tiene todos los papeles --léase carnet de conducir, autorización especial de conductor de autobuses escolares, seguro de los viajeros y del vehículo, tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), tarjeta de transporte y autorización especial del vehículo para dedicarse al transporte escolar--.

Normalmente, el conductor se afana en buscar todos esos documentos y mostrarlos rápidamente. Al acompañante de los escolares (figura obligatoria en el caso más del 50% de las plazas las ocupen menores de 12 años) también se le solicita su autorización especial para desarrollar esta labor. Eso sí, siempre que haya terminado la tarea de controlar que los alumnos han llegado a clase sin problemas. De hecho, en todo momento, los agentes intentan no interferir en la rutina habitual de los escolares.

Así, una vez que estos terminan de desalojar el autobús, aprovechan para subir y llevar a cabo una inspección ocular del vehículo para determinar si cumple con todas las normas de seguridad establecidas. Así, se comprueba la colocación y contenido del botiquín, los extintores o que la instalación del limitador de velocidad o el tacógrafo --pese a que no es necesaria la utilización de este aparato en líneas regulares que no superen los 50 kilómetros-- están en vigor. "Actualmente, casi todos los vehículos cumplen rigurosamente las medidas de seguridad estipuladas por la ley. Ya no es como antes, por ejemplo, cuando varios menores viajaban en una sola plaza", comenta uno de los efectivos del equipo cacereño.

Alto a la infracción grave

¿Pero podría llegarse a inmovilizar un vehículo en una de estas inspecciones? "Sí, si presenta una deficiencia muy grave, por ejemplo que más del 50% de los neumáticos del vehículo se encuentren en condiciones defectuosas o que el conductor presente síntomas de alcoholemia. Pero no hemos tenido ningún caso", explican, tranquilizadoramente, los dos agentes cacereños. "Hay mucha concienciación y sensibilización con este tema, por lo que se suelen realizar un par de campañas de este estilo al año; lo que no quita para que después se desarrollen revisiones puntuales", detallan fuentes del Subsector de Tráfico de Cáceres.

Revisiones que pillan en la mayoría de los casos desprevenidos, aunque casi siempre bien preparados, a los conductores de los autobuses. "No sabía que se estuviera desarrollando una campaña especial, pero en cualquier caso te pueden revisar el vehículo cualquier día", comenta José Manuel Tapia, trabajador de la empresa de transportes Emiz. Y es que, como casi siempre, más vale prevenir...