--¿Cómo están los trabajos de la ley de dependencia?

--La ley de dependencia --que se llamará ley de autonomía-- es un compromiso que el presidente del Gobierno ha ratificado en el Debate del Estado de la Nación ya tiene un precedente de trabajo, el Libro Blanco de la Dependencia. Es algo imprescindible de cara al futuro. La ley podría aprobarse este mismo año y, al menos para mí, es la apuesta más importante de esta legislatura en el escenario sociosanitario actual, es la respuesta necesaria.

--Y Extremadura, ¿cómo va a abordar ese reto?

--Las consejerías de Bienestar Social y de Sanidad estamos trabajando durante esta legislatura, por encargo del presidente de la Junta, en preparar el futuro plan de dependencia conjuntamente. Los datos ponen en evidencia la necesidad de dar respuesta a la demanda que vamos a tener en un futuro. La apuesta que hacemos es que haya una financiación extraordinaria a través de la ley estatal. Más que crear un espacio independiente hemos optado por dar una respuesta a través de un proceso de coordinación entre ambas consejerías. Se trata de optimizar los recursos que tenemos y plantearnos como prioridad que el mayor pueda ser atendido en su entorno. Esto se traduce en el plan marco de atención sociosanitaria y en los trabajos que ya hemos avanzado, pero va a depender mucho de lo que haga la ley estatal. A lo largo de este año ya estamos avanzando el plan. Hay partes del mismo que exigen financiación nueva y otras que son de coordinación interna en las que ya estamos trabajando.

--Esa apuesta, ¿cómo se va a concretar?

--No se trata de crear cosas nuevas, sino de que haya un gran espacio de coordinación. Así, habrá tres tipos de camas: las de cuidados sanitarios, las de servicios sociales y sanitarios, y las de servicios sociales, que gestionará Bienestar Social. Esto tiene mucha importancia para Sanidad, porque permitirá también reducir costes y liberar camas de hospital. En principio estamos hablando de buscar camas a través de conciertos en los que Bienestar Social abonaría la parte social. También usando recursos que ya tenemos dentro de los centros sociales, donde podríamos mejorar su dotación sanitaria para que den un servicio que muchas veces no podemos dar. En realidad no hace falta crear nuevas estructuras ni espacios.

--Se está planteando la posibilidad de que, en este ámbito, los usuarios asuman parte del coste del servicio...

--Para nuevos servicios puede estudiarse si de alguna manera aportan más las rentas más altas, pero antes de llegar a eso nos queda un camino por recorrer, que es dedicar a la sanidad el mismo porcentaje de PIB que hay en Europa.

--Se está trabajando ya en el Proyecto Jara. ¿Cambiará la ´cara´ del sistema sanitario?

--Uno de los mayores problemas que tiene el sistema es la dificultad en algunos momentos para la toma de decisiones de la información. Jara se basa en dos pilares: poder manejar información que permita tomar decisiones y mejorar la propia calidad del sistema. El sistema que es capaz de transplantar órganos, que tiene los medios tecnológicos más avanzados, luego tiene un sistema de información muy atrasado. Ocurre que hay pacientes con tres historias clínicas: una en el centro de salud, otra en el hospital y otra con el nombre equivocado. Y ahora hemos decidido en lugar de ir arreglando parte a parte, arreglarlo en un conjunto, de forma que se arregle la atención sanitaria, la económica y los recursos económicas. Jara es la respuesta a muchas preguntas que nos hemos venido haciendo sobre porqué no éramos capaces de hacer muchas cosas mejor.

--Ahora mismo está planteado el debate sobre la financiación sanitaria. ¿Cuál va a ser la postura de Extremadura?

--La financiación de la sanidad es un problema porque es verdad que, por múltiples razones, el gasto sanitario crece desde siempre por encima de lo que lo hace la economía del país. Creo que esto pasa por lo rápido que aquí se incorpora la innovación y por el envejecimiento de la población, y a partir de una edad se multiplica exponencialmente el gasto (hay que tener en cuenta que la proporción de lo que supone el gasto en un activo a un pasivo es de uno a cinco). Cuando se habla de sanidad sólo se habla de gasto, pero no nos damos cuenta de lo que la sanidad produce. Me gustaría que la gente se preguntase si la gente se gastaría tanto dinero si no supiese que cualquier problema sanitario lo tiene resuelto. ¿Consumiríamos lo mismo si no tuviéramos el sistema sanitario que tenemos? Es decir, que la sanidad está provocando que el país crezca. Está hoy por encima de la construcción como motor de la economía y, junto a la educación, aumenta el gasto.

--Sanidad está estudiando la posibilidad de hacer un listado de servicios comunes a todas las regiones. ¿Qué opina de esto?

--Esa es la segunda parte de la película. Los extremeños no tenemos derecho a la prestación sanitaria por ser extremeños, eso no lo reconoce el Estatuto de Autonomía, lo hace la Constitución. Si eso es así deberíamos entre todos ponernos de acuerdo para ofrecer las mismas prestaciones con los mismos contenidos con independencia de donde uno viva. ¿Que alguien quiere hacer algo accesorio? Pues que lo pague. Hay que actualizar la cartera de servicios, porque cuando te financian la sanidad con una foto fija como la del 2002 tiene unas prestaciones, y a partir de ahí las decisiones de los gobiernos nos afectan a nosotros con obligaciones que hemos asumido pero que no tienen la correspondiente financiación.

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