No sólo de productos agrícolas, manofacturas o acero vive la exportación extremeña, y sus destinos van más allá de las fronteras europeas, hasta abarcar países que, a bote pronto, sería difícil ubicar en el mapa.

Así, aunque con presencias en muchos casos simbólicas en cuanto a volumen de ventas, en el listado de los made in Extremadura que viajan fuera figuran productos como los cangrejos o rompecabezas que compra Portugal, cuadros que van a parar a Estados Unidos, o guitarras, cítaras y mandolinas que se van a parar nada menos que a Hong Kong.

En esta relación de curiosidades, una puya a cuento de las cruzadas antiayudas al cultivo del tabaco en países como Alemania o Bélgica: lo que se produce en Extremadura va, en bruto, a esos destinos, que acaparan 2.000 toneladas de las 9.000 que exporta la región. Claro, que lo que se compra a 1,8 euros por kilo, se vende después en forma de cigarrillos a 12 euros por kilo, una vez transformado por las industrias de esos países.

Destinos exóticos

En cuanto a las ventas a países lejanos, hay de todo. Así, Benin compra conservas vegetales y vino; Bahrein, conservas y manofacturas metálicas; la Palestina ocupada, máquinas; Kazajistan, conservas; los Emiratos Arabes Unidos, fruta, café pieles, piedra, acero, máquinas, tractores y muebles, y la India, vino, caucho y libros.

Igualmente, Indonesia se lleva de la región especias y pinturas; Santo Tomé y Príncipe, vino; la República Centroafricana, acero, y Zimbabwe, vino.

También desde Extremadura se demandan productos con destinos no menos lejanos. Así, por no dejar el último país mencionado, Zimbabwe vende a la región madera, mientras que Colombia envía flores, azufre, libros, ropa, vidrio, piedras preciosas y muebles. Ni rastro del tan citado café.

Por otro lado, de Hong Kong se trae jabón, plástico, cuero, madera, corcho, esparto, perlas, artículos de plumas, televisores, relojes, juguetes, etcétera.

Relaciones con China

Mención aparte merece la relación comercial con China, no sólo por el reconocido potencial económico de este país, sino porque es, después de Italia, el que presenta una balanza comercial más desequilibrada con Extremadura, en favor de los chinos.

De este modo, la región envía al gigante asiático hortalizas, aceites vegetales, conservas, vino, piedra, pinturas, plástico, caucho, corcho, libros, lana, fibra artificial, cuchillos, máquinas e instrumentos de precisión. En total, estas ventas suponen 1,7 millones de euros.

Por contra, desde China nos llegan innumerables productos. Por citar sólo los que tienen un peso económico más relevante, recibimos manofacturas de plástico, cuero, cestos, madera, ropa, acero, maquinaria, relojes, muebles y juguetes.

En total, las compras a China suman ya más de 2.500 operaciones al año, y un peso que ronda las 5.500 toneladas. En euros, supone que Extremadura importa de ese país por valor de 15 millones, lo que supone que la diferencia entre lo que se vende y lo que se compra es de más de 13 millones de euros. El desequilibrio se acentuó el pasado año, ya que en el 2003 fue de 9 millones.