"Ha habido empujones, patadas y puñetazos. A un compañero le han dado una patada en todo el estómago". F.J.B. fue uno de los trabajadores que acudió ayer a Siderúrgica Balboa. Asegura que, aunque él pertenecía a los servicios mínimos, eso no le libró de los golpes. "Entre tanta gente era difícil ver de dónde venían", detalla. El acabó con un "moratón en un brazo". Tras pasar por el centro de salud, presentó ayer una denuncia ante la Guardia Civil. "Yo pude ver a quien me dio el agarrón porque ya era el último", cuenta.

Considera que "la mayor parte" de la plantilla de Balboa está en contra de las protestas y que el comité de empresa "está haciendo lo que quiere" ya que, añade, desde el principio se ha negado a someter "a votación las huelgas". Además, cree que estas protestas ya no tienen sentido una vez que se sabe "que la Junta va a ser quien decida. Solo sirven para que la empresa vaya a peor".