Prácticamente siete de cada diez turismos que existen en el parque automovilístico español tienen motor diésel. Y en esa misma proporción se mueven las ventas en los últimos año: más del 70% de los vehículos de este tipo matriculados funcionan con gasóleo. En Extremadura, de acuerdo con los datos del 2007 facilitados por el Instituto de Estudios de Automoción, la proporción prácticamente llega ya al 80% diésel y 20% gasolina. Sin embargo, la subida del precio del gasoil ha abierto el debate en el sector sobre si esta nueva situación modificará los criterios de compra de los clientes.

Para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), la denominada dieselización del mercado automovilístico "ha tocado techo". Por eso consideran que se va a comenzar a producir un cambio, "gradual", que conllevará un incremento de la venta de vehículos de gasolina. Bajo su punto de vista, la principal ventaja para la compra de un diésel era, hasta ahora, su menor consumo y el precio más bajo de los carburantes, "pero esto último ya no es así". La metamorfosis podrá comprobarse a "medio plazo", señalan.

Por su parte, desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) opinan que la subida del gasóleo no modificará las tendencias del mercado. Su director general, Luis Valero, advierte de que la supremacía del diesel se mantendrá porque su ahorro en el consumo sigue compensando los gastos para los conductores. De producirse una mayor penetración de los coches de gasolina, "sería en un periodo muy largo, no de un día para otro". Aunque también recuerda que los fabricantes están mejorando la eficiencia de estos motores, de manera que en unos años podrían llegar a equipararse con los propulsores diésel.

En esta misma línea se posicionan desde Automovilistas Europeos Asociados. Según apuntan, la situación actual de alza de precios puede originar que "los conductores que antes utilizaban gasóleo mejorado, más caro que el normal, comiencen a utilizar éste para ahorrar algo". Y recuerdan que en Portugal, a pesar de que el litro de gasoil vale más que en España, los ciudadanos se siguen decantando mayoritariamente por la tecnología diésel.