Considerando la educación y la sanidad como los pilares del Estado de Bienestar, el Gobierno extremeño debe trabajar para garantizar ambas apostando por la calidad. La Universidad de Extremadura tiene que abordar con la misma intensidad sus tres principales misiones: docencia, investigación y transferencia de parte de los resultados de investigación. Este último aspecto resulta básico para ayudar a seguir transformando el tejido productivo de nuestra región y generar trabajo para unos extremeños mejor preparados que nunca.

La paradoja de esta situación es que estos jóvenes encuentran más dificultades para acceder a un puesto de trabajo, propio o por cuenta ajena, que en otros tiempos. La colaboración entre el gobierno autonómico y la Universidad debe aumentarse. Sin abandonar la investigación básica y aplicada, ambas caras de la misma moneda e indispensables para poder avanzar, se debe apostar de forma decidida por poner en valor los avances científicos.

Hemos crecido mucho en los últimos veinte años en producción científica hasta situar nuestro país en el noveno puesto a nivel mundial, sin embargo aparecemos en el puesto veinticuatro cuando se mide cómo se utilizan estos resultados para mejorar las empresas. Dicho otro modo, contribuímos con nuestra investigación al avance del conocimiento científico pero son otros los que utilizan mejor esos resultados. Sé que el camino es largo y lleno de obstáculos. Siempre resultó más fácil y rentable para unos pocos comprar los productos innovadores fuera. Estamos convencidos de que para la mayoría será más productivo que una buena parte de la innovación y el desarrollo la hagamos en nuestra tierra. Apostar por esta vía es garantizar el futuro.