Hasta 100.000 pesetas le llevó un día una de sus clientas bajo el brazo. «Me quedé impresionado de que tuviera aún tanto dinero sin cambiar, pero hay gente mayor que iba ahorrando en casa y aún tenía muchas pesetas guardadas», cuenta Juan Morán. El propietario de Alimentación Morán, una tienda del barrio de San José de Almendralejo con más de 40 años de vida, colocó en el 2011 un cartel que logró vaciar las monedas y billetes viejos que aún guardaban muchos vecinos de esta localidad.

«Hablando con una clienta me surgió la idea y empecé a preguntar a la gente si aún tenía pesetas en casa». La respuesta debió ser afirmativa en la mayoría de los casos porque Juan ha estado durante al menos cuatro años aceptando en su tienda pagar con pesetas a todos aquellos que quisieran. «Fui a informarme al Banco de España si podía hacer aquello y me dijeron que sí, me explicaron los billetes y monedas que aún se podían cambiar y coloqué un cartel en la tienda. La voz empezó a correrse por todo Almendralejo», cuenta.

Cuando reunía una cantidad significativa, 150.000 o 200.000 pesetas se desplazaba a la sede del Banco de España -el único autorizado- en Badajoz para canjear las pesetas por euros. «He ido en varias ocasiones a hacer el cambio porque he recogido muchas pesetas que aún quedaban por aquí».

La iniciativa, dice Juan, ha servido también para ayudar a muchos de sus vecinos. «Esto es un barrio de gente trabajadora y muchos no lo han pasado bien en estos años de crisis. Así, aprovechando que tienen pesetas, las traían a la tienda, hacíamos el cambio a euros y podían comprar por ese valor», explica Juan que está a punto de jubilarse en los próximos meses.

Los mismos precios

En ningún caso, advierte, ha mercadeado con el dinero. «Yo lo único que hacía era hacer el cambio, los productos han seguido costando lo mismo en euros o en pesetas. Lo hice por ayudar a mis vecinos y para mucha gente fue un verdadero alivio».

En estos cuatro años se ha aceptado el pago con pesetas y ha recogido toda clase de monedas y billetes, «desde una peseta hasta billetes de 10.000 pesetas». Sólo en los primeros dos meses reunió más de 200.000 pesetas en la tienda. La cifra total prefiere no darla, pero asegura que ha recogido mucho dinero en la antigua divisa.

Hace un año y medio que Juan Morán decidió dejar de aceptar pesetas porque las cantidades que llevaban sus clientes ya eran mínimas «y no merecía la pena». Sin embargo estas pasadas navidades ha vuelto a reecontrarse con la vieja moneda. «Vino una señora a comprar con dos billetes de 5.000 pesetas y se los acepté, era una mujer que lo necesitaba y no me pude negar», asegura.

«Los políticos deberían dejar de ir a los grandes supermercados y venir a los comercios de barrio para ver cómo respira la gente de la calle, creo que están alejados de la realidad y de los problemas y necesidades que tiene la gente en su día a día».

Aquella clienta de las 100.000 pesetas acabó gastándoselos poco a poco en la tienda de Juan. Pero no es la única que conservaba hasta hace poco ese dineral. Un reciente estudio señala que los españoles todavía tienen en su poder 273.200 millones de pesetas sin canjear, o lo que es lo mismo, 1.642 millones de euros, según datos del Banco de España.