«Es necesario revisar el decreto para que sea más justo y solidario», subraya José Luis Lázaro, presidente de Alzhei, la asociación cacereña de familiares de enfermos de Alzheimer. Después de 18 años en marcha, aumentando programas y llegando a más usuarios, es la primera vez que esta entidad no recibe nada de dinero del IRPF. En 2017 fueron 67.350 euros que permitieron avanzar con los tres programas de que disponen: la atención en centro de día, el apoyo psicológico a cuidadores y la asistencia a domicilio. Los dos primeros tendrán que reducirse e intentarán aguantar hasta mayo a la espera de poder acceder a otras subvenciones. «Pero si no lo conseguimos, los tendremos que quitar». En cuanto al tercero, ya ha tenido que suspenderse. «Son dos trabajadores que van a la calle y ocho usuarios que se quedan sin esta ayuda en casa. Pero no solo afecta a ellos y a su familia, sino a los que pudieran necesitarlo en los próximos meses», se lamenta Lázaro, que conoce la enfermedad desde dentro porque la vivió con su madre.