El único miembro del retén de Cogollludo que sobrevivió, aunque resultó herido el domingo 17 de julio en el incendio de Guadalajara, Jesús Abad A., de 45 años, abandonó ayer el Hospital General de Guadalajara, en el que ha permanecido una semana. A su salida dijo encontrarse

"bien y con ganas de vivir".

En el siniestro, producido horas después de iniciarse el sábado día 16 un incendio en la zona del Alto Tajo en la provincia de Guadalajara, fallecieron diez hombres y una mujer de un equipo contra incendios, mientras que Jesús Abad logró salvar su vida al situarse debajo del camión de bomberos que formaba parte del convoy del retén de Cogolludo.

Tras recibir el alta médica, Abad, que sufrió quemaduras en brazos, manos y cara y la rotura de varias costillas, mostró su agradecimiento tanto al equipo médico que le atendió como a los medios de comunicación, y pidió respeto y que se le deje vivir.

Por otra parte, la consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, compareció ayer ante la Comisión Parlamentaria para explicar cómo se actuó ante el devastador incendio que arrasó 12.900 hectáreas de la provincia de Guadalajara.

La consejera afirmó que sólo 14 minutos después de recibirse el primer aviso del suceso, se movilizó a los primeros medios, defendiendo en todo momento la gestión que el Gobierno autonómico hizo.

El PP atacó duramente a Arévalo, a la que tildó de "chivo expiatorio" del PSOE para que no se sepa toda la verdad. Además, los populares reclamaron la apertura de una comisión de investigación que sirva para esclarecer todo lo sucedido.

La consejera también aseguró que la coordinación entre las administraciones fue la correcta, antes de afirmar que dimite "por dignidad personal y por la conmoción que me han producido las muertes".