Los alcaldes extremeños han recibido con los brazos abiertos la entrada de la situación económica de los ayuntamiento en la agenda política nacional. Se trata de una reivindicación tan vieja como los años transcurridos desde la transición española al régimen actual. "En 31 años que llevamos de democracia no se ha conseguido una financiación adecuada para los ayuntamientos", subraya Angel Calle, el alcalde de Mérida, que sostiene que el sistema actual obliga a los municipios a vender su propio patrimonio para hacer frente a los gastos.

Sin embargo, la vuelta de rosca escenificada el pasado martes por la Federación Española de Municipios, que exigió al Gobierno que atienda las reivindicaciones de los ayuntamientos paralelamente al debate de la financiación autonómica, no ha convencido a todos los alcaldes extremeños. Entre ellos al de Badajoz, Miguel Celdrán, que, dado que se trata de uno de los más veteranos en el cargo, ya ha escuchado a tantos responsable políticos hablar del asunto, que un nuevo impulso no le merece ninguna credibilidad. Así, ya se ha mostrado "lamentablemente escéptico" respecto a un asunto del que en los últimos años "ya han hablado 40.000 políticos sin que hayan movido un dedo, mientras se sigue cargando de responsabilidades a los ayuntamiento".

La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, aunque solo lleva un año al frente del consistorio, ya ha probado las dificultades que entraña equilibrar las cuentas municipales. "Los ayuntamientos siempre estamos por encima de nuestras posibilidades. La situación es bastante insostenible". Pero la situación es más preocupante en los pequeños municipios, que encuentran mayores dificultades a la hora de buscar fondos. Sin embargo, "los ciudadanos de las pequeñas localidades y las grandes ciudades tienen derecho a recibir los mismos servicios", explica Ramón Díaz, alcalde de Villanueva del Fresno y presidente de la Fempex. La alcaldesa de Plasencia fue invitada a opinar pero no respondió.