Que el teléfono también se desconecte de su dueño. Que se aleje. Que tomen distancia por unas horas. Es el objetivo de una iniciativa que han puesto en marcha en el IES Reino Aftasí de Badajoz y que está dando «tan buenos resultados» que cada vez son más los profesores que lo están usando en sus clases. Lo han bautizado como el ‘hotel del móvil’ y consiste en colocar una caja con espacios compartimentados o un colgador de tela de zapatos, donde cada alumno pueda dejar su móvil con tranqulidad.

Es una forma de que se olviden del dispositivo, de evitar la tentación de mirarlo y de garantizar que no molestará durante la clase. La idea se le ocurrió el año pasado a una docente del centro y, aunque no está en todas las clases, cada vez lo están utilizando más docentes. «En los exámenes que hacemos en el salón de actos casi todos lo hacemos ya», cuenta Marisa Sánchez, la directora de este instituto pacense. «No paramos de inventar cosas para ver qué podemos hacer para paliar un poco este fenómeno». Y esto, cuenta, funciona: «los estudiantes se conciencian bastante y lo dejan en su casilla automáticamente, sin más problemas».