El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha dirigido a su homólogo del Gobierno central, José María Aznar, para pedirle que dicte un Real Decreto en el que se declaren cuatro áreas de Extremadura --Las Hurdes, Gata, comarca de Valencia de Alcántara y Grimaldo-- como zonas de actuación especial, lo que se conoce como zona catastrófica , según explicó el propio Ibarra.

El anuncio del presidente extremeño tuvo lugar tras la reunión de ayer del consejo de gobierno extraordinario, con el objetivo de analizar la puesta en marcha con carácter urgente de medidas destinadas a paliar los daños de los incendios que han arrasado 30.424 hectáreas.

Rodríguez Ibarra explicó que no todas las áreas que han sufrido los efectos del fuego se incluirían en esta declaración, "porque hay que distinguir entre una situación grave y una situación catastrófica, que es lo que se ha dado en estas zonas". A su juicio, la aportación del Gobierno central debe contener, como mínimo, medidas como beneficios fiscales en impuestos como el IBI, IAE, IRPF o Sociedades para los afectados, paralización de los procedimientos de apremio, bonificaciones en la Seguridad Social, ayudas a agricultores y ganaderos, créditos preferentes del ICO para las empresas, reparación de infraestructuras de abastecimiento de aguas y partidas especiales del Aepsa.

El presidente de la Junta explicó que "aunque tenemos nuestra propia valoración" no se marcará ni el número de municipios que deben beneficiarse de la declaración ni la cuantía de las ayudas, "porque no queremos ningún tipo de conflictos, y dejaremos que sean los técnicos del Gobierno los que evalúen la situación".

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Asimismo, explicó que "la petición de zona catastrófica no significa que vayamos a poner la mano vacía, porque lo que reclamamos es que se acompañe nuestro esfuerzo, que ya está en marcha con las medidas decididas hoy (por ayer)".

Entre estas medidas urgentes citó las primeras obras para restaurar el abastecimiento de agua, la rehabilitación de las cinco viviendas quemadas --una en Grimaldo y cuatro en Jola--, el suministro de paja a los ganaderos y un plan de lucha contra la erosión por 12 millones de euros que se adjudicará el lunes "para que no se pierda el terreno, porque si no, no se podría hacer nada después".

Además, y ya a medio plazo, se pondrá en marcha un plan de reforestación allí donde el bosque no se recupere por sí mismo, créditos sin interés para las empresas dañadas, incremento en cinco puntos de la subvención para los empresarios que decidan instalarse en las zonas más afectadas, dos planes de empleo especiales en estas áreas, la asignación del fondo social para empresas que tienen las cajas a esta zona y una campaña de promoción turística "para decirle al visitante que ni Extremadura entera, ni siquiera las zonas más castigadas por el fuego, han quedado totalmente arrasadas".