Casi medio centenar de iniciativas han cruzado ya la frontera de la imaginación pasando a formar parte del tejido empresarial extremeño. Concretamente son ya 42 el número de proyectos que al amparo del Gabinete de Iniciativa Joven (GIJ) se han constituido en empresas. Desde un canódromo portátil hasta una empresa dedicada a la elaboración de platos preparados y precocinados que garantiza 60 días hasta su caducidad (Mipa cocina central). Esta ramificación de ideas tiene un tronco común, el apoyo del Gabinete de Iniciativa Joven para su concreción, pero la variedad caracteriza este conjunto de iniciativas.

Entre los primeros que se desarrollaron está un proyecto que plantea el aprovechamiento de los restos de poda para producir energía, se trata de la empresa Selma.

Detesur, por su parte, se dedica a la fabricación de poliestireno expandido y Aquaphytex a la depuración de aguas residuales a partir de plantas macrofitas con el sistema FMF. Este proyecto cuenta con el aval de haber recivido diversos premios a nivel europeo.

Ortoprotex, por su parte, es un taller de reparación y fabricación de prótesis mientras que Naturacción Aljucén son instalaciones dedicadas al turismo activo, natural, educativo y gastronómico. Animartex trabaja en la mejora de las capacidades psico-sociales de colectivos desfavorecidos a partir de la realización de actividades diseñadas tras un proceso de evaluación previa mientras que Códice es hoy una empresa de servicios integrales de documentación con nuevas tecnologías.

La utilización de los vehículos Seg-Way para facilitar la mensajería urbana en Mérida, y posteriormente el alquiler de estos vehículos a turistas fue la idea que transformó en empresa otro de los promotores que acudieron a solicitar asesoramiento al GIJ. Al igual que los impulsores de Nariz Roja --que plantea que un grupo de voluntarios conduzcan el coche de personas que no pueden hacerlo a causa del cansancio o el alcohol--; Ejex

--una editorial jurídica que analiza la realidad legislativa de la región-- o Fábrica de audiolibros, una empresa que comenzó con autores extremeños.

El hotel de la risa fue otra de las iniciativas que consiguieron prosperar, al igual que un Laboratorio de experiencias sostenibles --que pretende ser un referente regional sobre acciones de proyección del medio ambiente--; la empresa Musikex --dedicada a la puesta en valor de cualquier producto procedente de la música--; el albergue de corte medieval bautizado con el nombre de La aldea juglar o Calea, una red de desarrollo agroecológico.

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