Extremadura es una comunidad que se hizo regionalista casi por necesidad. Una región forjada a golpes que históricamente se ha sentido "excluida y saqueada" por otras zonas de España y donde la población ha conseguido superar en las últimas décadas las diferencias localistas en favor de una conciencia regional.

Esta es la tesis del sociólogo Artemio Baigorri, profesor de la Universidad de Extremadura que está convencido de que a lo largo de las dos últimas décadas se ha construido un fuerte sentimiento regionalista "a partir de la convicción de que el Estado de las Autonomías le ha venido muy bien", algo que se ha unido al esfuerzo realizado por las instituciones autonómicas a través del sistema educativo y de la promoción cultural. Pero, ¿qué es el sentimiento regionalista del que tanto se habla? Para Baigorri en realidad no es más que "un sentimiento de identidad, simplemente".

Y es que precisamente por ser sólo eso "no llega a plantear problemas de fractura social, porque no es como el sentimiento nacionalista, que es un sentimiento que marca muy fuertemente el nosotros respecto al ellos ". Sobre el origen de esta conciencia, el sociólogo explica que "antes incluso de la construcción del Estado de las Autonomías surgió una conciencia muy fuerte de exclusión con la imagen de la Extremadura saqueada, y eso provocó un sentimiento de pertenencia a una región que se sentía explotada".

Además, el ser extremeño, está bien visto en otras comunidades, lo que permite que los extremeños puedan presumir de ello allá donde van, algo que según Baigorri se debe a que la conciencia regional extremeña "no es temida desde otras identidades como un elemento de competencia".

FIGURA ATIPICA

Sin embargo, todo este sentimiento regionalista no se traduce en un apoyo mayoritario a una fuerza política autóctona, un hecho que el sociólogo atribuye a un "fenómeno atípico", como define a Rodríguez Ibarra. A su juicio la figura del presidente extremeño ha permitido que sea un partido nacional el que asuma "el carácter regionalista".

Por lo que se refiere al currículo regional, a que se incluyan temas extremeños en Educación Primaria y Secundaria, está de acuerdo en que ha ayudado a afianzar el sentimiento regionalista, aunque avisa de que puede llegar a ser contraproducente. Así, afirma que "las cuestiones locales son importantes, pero a la gente hay que prepararla para insertarse en una sociedad en la que puede tocar vivir en cualquier sitio ".

Cara al futuro Baigorri reconoce que, al menos en el campo de la sociología, hablar de previsiones a largo plazo es demasiado aventurado. Aún así, recalca que "la identidad regional ya está consolidada y no creo que vaya ni a más ni a menos". El único peligro, añade, "que en un futuro se pierda la conexión con el resto de España como ocurre en comunidades con lengua propia".

El riesgo, indica, es "que nos quedemos demasiado enganchados en lo local", por lo que apuesta por revisar de nuevo los contenidos regionales en las escuelas. El debate está abierto.